Y va de referéndum

No teníamos bastante con las fantasías independentistas de Artur Mas y su hipotético y desafiante referéndum, que miren por donde le salen imitadores, precisamente en Cataluña. En Lérida, concretamente, donde una asociación musulmana, ‘Watani para la Libertad y la Justicia’, ha querido posicionarse sobre el futuro de Ceuta y Melilla, como informaba nuestro diario, afirmando que el proceso catalán puede ser “el modelo a seguir para ambas ciudades”. O sea, que se nos dé opción “a seguir formando parte del Reino de España o estar dentro del territorio marroquí”, sentencian. ¡Toma ya! ¿Y a Vds. quién les ha dado vela en este entierro? No tenemos bastante con algún que otro vendepatrias que de tarde en tarde nos flagela con sus malintencionadas ocurrencias, que ahora nos vienen estos extranjeros sumándose al corro de la patata.
‘Watani’, es una asociación musulmana especialmente reivindicativa. No sólo ha pedido público apoyo para la autodeterminación de Cataluña, sino que pretende que los extranjeros puedan participar en la consulta “en nombre de la mayoría del colectivo residente” y el “derecho a decidir libre y democráticamente nuestro futuro”. Cabe imaginar lo feliz que sonará a Mas esta música, acomodado en la nube de su delirio soberanista con el que no comulga más de la mitad de los catalanes de toda la vida, preocupados ante tan suicida y quimérico proyecto secesionista.
Pero la aguerrida trayectoria reivindicativa de ‘Watani’ tiene otros curiosos episodios. Cabe recordar que, hará dos años, esta asociación presentó  un recurso contra el ayuntamiento de Lérida tras la prohibición por parte del consistorio del uso del burka en los edificios municipales. Argumentaban que ello suponía una discriminación por razones religiosas. Rechazado el citado recurso, no dudaron en trasladarlo al Tribunal Supremo donde, me imagino, seguirá pendiente del fallo.
Hará unos meses, ‘Watani’ dirigió una carta al presidente Mas en la que pedían “reconocer a la religión musulmana oficialmente en la Generalitat de Cataluña”. También reclamaban “organizar una relación formal entre los musulmanes y el gobierno catalán, para determinar los deberes y los derechos de los musulmanes”, según estos puntos que detallaban en su escrito:
“- Derechoc a las vacaciones en las fiestas religiosas de los musulmanes.
- Derecho a obtener cuotas de enseñar religión islámica.
- Derecho en el entierro de los musulmanes por parte de sus ritos religiosos.
- Reconocimiento por parte de la Generalitat de igualdad entre las fiestas islámicas y cristianas, con el consiguiente derecho al disfrute de vacaciones en esas fechas”.
No ha reparado tampoco la asociación en dirigirse al presidente Rajoy, al que han llegado a exigirle “una disculpa formal como representante del gobierno del Reino de España por los crímenes en la zona del Rif”. ‘
‘Watani para la Libertad y la Justicia’, arraigada especialmente en Lérida, lucha denodadamente por conseguir una digna mezquita en aquella capital, para lo que han pedido ayuda económica a Mohamed VI. Un objetivo que, según recogían este verano varias publicaciones digitales, “forma parte del proyecto de hacer de la provincia de Lérida una especie de baluarte musulmán, tomando como imagen las ciudades españolas de Ceuta y Melilla”. Ahí queda esa otra perla.
Ciertamente, la asociación que preside Mourad el Boudouhi deja muy atrás la línea de moderación de la que hacen gala otras entidades musulmanas o de extranjeros asentados en España. Lo que no parece de recibo es que, en su trayectoria reivindicativa, salpiquen a nuestras dos ciudades en las que prácticamente nadie de cuantos en ellas vivimos se haya pronunciado jamás sobre la necesidad de un referéndum. Incluso entre los propios musulmanes ceutíes y melillenses. Unos, la mayoría, por propia convicción y sentimientos. Otros, los menos, por pura conveniencia. Distinta es la línea de pensamiento de pertinaces promarroquíes, la mayoría ilegalmente asentados que los hay y los habrá.
Déjennos pues en paz con sus historias señores de ‘Watani’ y no siembren utopías por aquí, donde los vientos no les son propicios. Y si tan amantes son, como dicen, del derecho a decidir libremente de los pueblos, pidan un referéndum, sí, pero para sus hermanos saharauis, víctimas de la opresión imperialista marroquí en su duro exilio del desierto argelino. Una ocupación de la que esta semana se cumplieron 37 años. Buena ocasión habrían tenido ayer para ello en la manifestación de Madrid ante la sede de Exteriores.