La calma; dicen los hombres que tienen su trabajo en la mar, o en el mar, tanto monta. Ya pasó el 29S, el día de la huelga general convocada por los sindicatos UGT y CCOO para los que, según sus mandamases, Méndez y Fernández Toxo, constituyó un extraordinario éxito.
Pues miren ustedes lo que dice, por ejemplo, Izquierda Unida: “Culpa del fracaso del 29 S al “idilio” entre UGT y el Gobierno”. Un “idilio” – opino yo – no amoroso sino económico porque si no fuera por los millones que anualmente le da al Gobierno de Zapatero – del bolsillo de los contribuyentes – tanto a la citada UGT como a CCOO, ya me dirán cómo iban a bandearse con las cuotas de sus afiliados que, según se publico recientemente, no llegan ni para pagar los recibos de luz de sus sedes principales.
Afortunadamente en nuestra ciudad todo transcurrió con normalidad, sin incidentes dignos de reseñar aunque algunos piqueteros, saliéndose de lo que debe respetarse en una huelga – el debido respeto a quienes no quieren secundarla y sí acudir a su puesto de trabajo – intentaron obligar a algunos comercios e industrias a cerrar sus puertas, viéndoseles el plumero al negarse los empresarios….
Pasadas ya bastantes horas del jolgorio, la “juerga” que se corrieron la mayoría de los manifestantes peninsulares y algunos grupitos en nuestra ciudad, todavía me estoy preguntando cuál era el motivo principal de la huelga. No vi, en lo que a la Península se refiere, como tampoco aquí en nuestra ciudad, ninguna pancarta en defensa de esos cerca de cinco millones de parados que actualmente tenemos en España; ninguna tampoco sobre la congelación de sus nominas a los pensionistas, la dependencia de familia, las nuevas subidas de impuestos en los recibos de la luz y en las bombonas de gas butano, contra el aumento del desempleo que, como ha dicho la Sra. ministra, Elena Salgado, después de revisarlo al alza, augura 184.360 parados más de los previstos entre lo que queda de año y el 2011.
Por lo visto a través de las pantallas de televisión y emitido por distintas cadenas, ha sido una huelga salvaje, con incendios de vehículos, contenedores de basuras, asalto a medios de transportes para evitar cumplir con sus obligaciones laborales al no estar de acuerdo con la huelga, destrozos de escaparates en infinidad de comercios de las principales ciudades, como Barcelona, en la que sólo los destrozos ocasionados costarán a su Ayuntamiento cerca de los 300.000 euros y a los comercios importantes perdidas por los robos en ellos cometidos.
Y todo ello para qué, señores Mendez y Toxo. Para nada porque el Gobierno no está dispuesto en dar su brazo a torcer; es más, está en sus treces, según sus Presupuestos Generales del Estado, en crear más paro -ya lo ha anticipado la Sra. Salgado- y menos gasto social, sin que se nos olvide las nuevas subidas de impuestos que tiene en cartera.
¡Y decía hace unos días el presidente del Congreso, D. José Bono, “por más que se empañen los derroristas, España no es un edifico en ruinas…”! Pues mire usted Sr. Bono, al paso que va la cosa, de España lo único que va a quedar es un gran solar.
Un último apunte sobre la ‘juerga’ del 29-S: “La propietaria de un comercio de Madrid –leo a Alfonso Ussia en el diario ‘La Razón’ del pasado viernes–, ha firmado una inteligente síntesis: “Estos vagos sólo trabajan un día cada tres o cuatro años para impedir que trabajen los demás”.
No hace falta decir a quién se refiere la señora…
EL ÉXITO DE LA HUELGA
En lo que sí ha sido un ‘éxito’ la huelga es que ahora el 82 por ciento de los españoles no confía en Zapatero.
“El Partido Popular aventaja en estos momentos en 14,5 puntos al PSOE, que cae en intención de voto –tras la huelga-– y pierde 4,4 puntos respecto de hace un mes, según un sondeo de “Metroscopia” que publicaba el domingo el Diario ‘El País’.
Según dicho sondeo, realizado al día siguiente de la huelga, de celebrarse ahora elecciones generales, el PP lograría el 44 por ciento de los votos, mientras que el PSOE –lo dice el País–, rechaza la gestión del Gobierno de Zapatero y el 84 por ciento dice que no confía en él.
¡Y por estas latitudes todavía hay quienes siguen insistiendo en que el Partido Popular va cada día a peor…! ¡Pues muy bien, por aquello de que cada uno “pintar como querer…”!.