Observen la portada de esta revista. Veía la luz hace ahora 30 años y la editaba el Ayuntamiento de la época que presidía el entonces socialista Fraiz. Eran tiempos en los que el maná publicitario institucional llegaba en mínimas cantidades a los medios locales. Prácticamente la facturación de los anuncios oficiales del consistorio y poco más, cuando sólo existían ‘Radio Ceuta’, ‘Radio Perla’ y ‘El Faro’. ‘Diario de Ceuta’ había desaparecido tres meses atrás. Tampoco había nacido ‘Tele Ceuta’, la pionera experiencia televisiva local con participación municipal y privada. Nuestro Ayuntamiento, como otros, aspiraba a un medio de comunicación propio. Y así nació la revista gratuita municipal ‘Ceuta’, para propaganda, boato e información de cuanto hacían y proyectaban nuestros munícipes. Vender la moto que diría el castizo, vaya.
Pues bien, en su número 2, cuya portada ilustraba José Compaz, se daba cuenta del ambicioso proyecto del grupo municipal del PSOE de peatonalizar diversas zonas del centro de la ciudad con el ‘Rebellín’ como buque insignia de tan ambicioso como innovador trazado urbanístico, pero sólo en los 150 metros que discurren hasta el cruce con Padilla. Se expusieron en destacados paneles informativos los gráficos de las maquetas y detalles de la iniciativa en el propio Paseo del Rebellín durante los días en los que se cortaba la circulación a modo experimental coincidiendo con las fiestas navideñas.
Algo, sencillamente, con lo que ya contaban otras ciudades y a lo que los dueños de los establecimientos se opusieron rotundamente con enérgicas protestas en los medios de comunicación y a través de la Cámara de Comercio. “Creo que el cierre de la zona por estas fiestas ha repercutido negativamente en el sector, afectando a las ventas entre un 15 y un 20 por ciento”, manifestaba a la revista el presidente de la entidad cameral José Ríos Pozo quien, en el fondo, no estaba en desacuerdo con la medida, pero sí en la forma. Añádanle las protestas de los automovilistas y de los vecinos, que también se hicieron notar, y llegarán fácilmente a la conclusión de por qué tan ‘revolucionario’ proyecto quedó al final en agua de borrajas.
Fue preciso esperar dos décadas para que, lo que hoy disfrutamos, se convirtiera en realidad, aunque mucho más ambicioso y señorial. El 29 de octubre del 2004 concluían las obras del actual trazado peatonal que partiendo de la plaza de la Constitución concluye a la altura de la iglesia de los Remedios. Como en 1984, la iniciativa encontró también seria oposición, máxime con esa ampliación del trazado. Hay que reconocerle al ejecutivo de Juan Vivas su firme decisión en sacar adelante un proyecto que, de nuevo, suscitó fuertes críticas por las consecuencias que el mismo podría acarrear.
Transcurridos ya unos años, apenas nadie cuestiona ya tal peatonalización, al contrario. El comercio se ha revitalizado convertida la zona para ceutíes y visitantes en un privilegiado lugar de compras en el que marcas y firmas de prestigio no han dudado en asentarse, más las que se anuncian. Pero lo más significativo ha sido la mágica conversión de ese trazado urbano en el auténtico cuarto de estar de la ciudad. Se ha recuperado el gusto por el paseo relajado, el disfrute de la calle y por un privilegiado lugar de encuentro que habíamos perdido. Sin polución, sin temor a los vehículos, mayores y muy especialmente los críos disfrutamos relajadamente en una vía de lujo en la que la ornamentación y la dinamización comercial han puesto la guinda.
“Recuperemos la calle”, decía la revista de en esa portada. El viejo objetivo es ya una realidad incuestionable. Si he dedicado hoy esta columna urbana ceutí al tema ha sido por el ambiente que estamos viviendo en la calle. Que me corrijan si me equivoco, pero me atrevería a asegurar que en las presentes fiestas navideñas estamos viendo más público que nunca, Rebellín hacia arriba.
Ceuta necesitaba esa animación callejera perdida durante tantos años y exteriorizada cada vez más en tan emblemático y bullicioso lugar. Paralelamente, las terrazas han vuelto a tomar un especial protagonismo, siempre animadas y a tope hasta bien entrada la noche. Con ellas hemos vuelto a la alegría de aquellos veladores del ‘Campanero’ o a los de los primitivos locales del ‘Vicentino’ y ‘La Campana’, por ejemplo.
Es de imaginar lo que será esta noche de Reyes tan estratégico sector. Con la incuestionable realidad de los hechos, enhorabuena a la corporación que contra viento y marea acertó a que recuperásemos la calle. El tiempo les ha dado la razón. Como a aquel propio grupo municipal socialista de 1984.