Xavier Santos Santiró, autor de cerca de 200 artículos científicos y participante en numerosos proyectos de investigación nacionales e internacional, impartió ayer la conferencia ‘Los efectos del fuego sobre la biodiversidad en la cuenca Mediterránea’ en la Biblioteca dentro del ciclo ‘Investigar Ceuta’ del Instituto de Estudios Ceutíes. El incendio de García Aldave, de finales de julio pasado, pasará a la historia como el segundo de mayor importancia en Ceuta. “Tenemos que pensar que en relativamente poco tiempo las cicatrices del fuego seguramente no se verán”, afirmó este investigador que, como biólogo, “debo decir que el fuego no es en absoluto una catástrofe negativa”.
Pinos, jaras y palmitos
Con los pinos, por ejemplo, hay que tener en cuenta que la mayoría son plantados, al igual que los eucaliptos. “Puede ser que no respondan bien a un fuego y, efectivamente, los pinos seguramente van a desaparecer. El eucalipto procede de un continente donde hay muchos incendios, Australia, y tiene una capacidad de rebrote de raíces muy fuerte”, destacó este biólogo de entre las especies forestales. Otras plantas, como las jaras, “van a germinar a partir de las semillas; los enebros ya han empezado a rebrotar de las raíces y eso que solo ha pasado un mes y pico y prácticamente no ha llovido. Los palmitos, que es una especia amenazada, le están saliendo unas nuevas hojas increíbles”. Después de visitar García Aldave estos días, valoró que el “contraste entre el verde y el negro carbonizado es impresionante”. Por su parte, las zonas quemadas en el Monte de la Tortuga en años anteriores “están fantásticas aunque ha pasado todavía poco tiempo para tener bosque porque el proceso de recuperación en zonas secas es más lenta”.
El biólogo argumentó cómo las especies responden a esta “perturbación que aparentemente puede parecer catastrófica” pero que él desmiente “hasta cierta manera” puesto que fuego “ha habido muchísimo antes de que el ser humano pusiese los pies en la tierra” y, por lo tanto, “las especies se han tenido que adaptar y responden al fuego”. Una afirmación que realiza sin menospreciar efectos como la muerte de personas y la destrucción de bienes.
Para este experto, en las plantas está muy claro: “O vuelven a rebrotar a partir de las raíces o de los tallos o, aquellas que no son capaces porque mueren, éstas, previamente, los años anteriores, han dejado en el suelo un banco de semillas que, en la temporada siguiente, saldrán todas. Todos los insectos van a aparecer a continuación y luego también tendremos depredadores”.
Tortuga mora
Pero, ¿los animales qué hacen? Siguen en función de cómo el hábitat va cambiando porque “después de un fuego no es que aquello se acabe y ya está, sino que simplemente es como si limpiáramos todo lo que había y empezáramos de nuevo pero con todo un bagaje anterior”. No obstante, el fuego tiene “muchos matices”, resaltó Santos en relación al “régimen de fuegos”: cómo son, su frecuencia, tamaño, intensidad o en qué zonas del planeta se producen... En el Mediterráneo normalmente se declaran fuegos de verano, muy intensos y de copa. “Si cambiamos el régimen de fuegos de una determinada zona, la fauna sí que puede quedar perjudicada. Sí es verdad que el ser humano, con sus acciones, está cambiando un poco este régimen propio”, explicó el investigado. En estos casos, “sí podemos aventurar un posible efecto para la fauna e incluso para la flora y, por tanto, cambiar el régimen de fuego sí que puede ser no inocuo para la biodiversidad”.
Por otro lado, cada especie animal se comporta de diferente manera. Una de las singulares del Mediterráneo e interesante en la parte africana es la tortuga mora. “Se han encontrado ejemplares calcinados en la última zona quemada. En verano, cuando hace mucho calor, se refugia en la vegetación y va a sufrir bastante con el fuego (...). Pero para otras especies prácticamente no pasa nada. No hablemos de cuando ocurre en un pinar de repoblación (...) porque cuando se quema, se recupera y empiezan a aparecer plantas, reptiles que entonces pueden tomar el sol porque se ha abierto el espacio. Según qué se quema, se repuebla todo después”, señaló este experto.