La semana que comienza se celebrará en nuestro Campus universitario el XXIX congreso internacional de la Asociación Europea para la Investigación en los Servicios (RESER). En esta asociación se incluyen relevantes profesores universitarios e investigadores de importantes universidades e institutos de investigación europeos. Es una asociación de larga trayectoria, creada en su día bajo el auspicio de las instituciones europeas, que desarrolla una importante labor de difusión y fomento de la investigación, acogiendo entre sus actividades becas y patrocinio de doctorados e investigaciones de jóvenes estudiantes. Sus congresos se vienen realizando en distintas ciudades europeas. Por fin acogieron nuestra propuesta de que este año se celebrara en nuestra ciudad.
En cuanto se planteó esta posibilidad ante el Instituto de Estudios Ceutíes, primero, y ante las autoridades académicas del Campus (Decanos de las Facultades de Educación, Economía y Tecnología y de la Facultad de Ciencias de la Salud, y director del Centro Universitario de la UNED), la acogida fue excepcional. La verdad es que todo han sido facilidades y colaboración leal. Si no hubiera sido así, todo habría resultado más complicado. Es de justicia reconocer que la labor del Instituto de Estudios Ceutíes es encomiable. No solo para preservar y difundir la historia de Ceuta. También para fomentar actividades de investigación, convocando becas y financiando trabajos que, de no hacerlo, quizás no se llevarían a cabo. Por ello ocupa un lugar importante en la red de centros de investigación del Centro Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC).
En nuestra página de presentación del congreso (www.reser2019.com) explicamos que además de los cambios ecológicos necesarios en el contexto del calentamiento global, se nos acerca un nuevo escenario. Estamos viviendo un nuevo impulso transformador en el proceso de globalización, la Globalización 4.0, estrechamente vinculada a la Cuarta Revolución Industrial, que plantea nuevamente preguntas importantes sobre la gobernanza global. El ritmo sin precedentes del cambio tecnológico significa que algunos sistemas de servicios se transformarán por completo, es decir, la atención médica, el transporte, la comunicación, la distribución y las finanzas. Por lo tanto, tenemos que usar el momento actual para explorar las brechas en el sistema actual e identificar los requisitos para un enfoque futuro que garantice y que logre mejoras en términos de producción global y distribución justa.
Por un lado, la globalización es un fenómeno impulsado por la tecnología y el movimiento de ideas, personas y bienes. Por otro lado, la Cuarta Revolución Industrial se caracteriza por una fusión de tecnologías que difumina las líneas entre las esferas física, digital y biológica. La conexión de miles de millones de personas que interactúan con dispositivos móviles, con una potencia de procesamiento, capacidad de almacenamiento y acceso al conocimiento sin precedentes, ofrece ahora posibilidades ilimitadas. Y estas posibilidades se multiplicarán por los avances emergentes en tecnología en campos tales como inteligencia artificial, robótica, Internet de las cosas, vehículos autónomos, impresión 3D, nanotecnología, biotecnología, ciencia de materiales, almacenamiento de energía y computación cuántica. Además, esta Cuarta Revolución Industrial avanza en un entorno con dos restricciones adicionales, la transición hacia un nuevo modelo energético y la preocupación generalizada por los problemas ambientales.
Al igual que las revoluciones que la precedieron, la Cuarta Revolución Industrial tiene el potencial de elevar los niveles de ingresos globales y mejorar la calidad de vida de las poblaciones de todo el mundo. Pero, al mismo tiempo, la revolución podría generar una mayor desigualdad, particularmente en su potencial para perturbar los mercados laborales. Quizás incluso resulte en un nuevo modelo de distribución del ingreso en el cual los salarios y la retribución laboral podrían perder su posición prominente a favor de un ingreso básico universal.
Ese punto es el que inspira el tema principal de esta conferencia. Durante las últimas décadas, el proceso de terciarización del empleo ha sido bastante obvio para la mayoría de los países; Una tendencia que se acentúa para las actividades terciarias más importantes, principalmente en términos de relaciones intersectoriales (servicios al productor) y aquellas relacionadas con el desarrollo del estado de bienestar (servicios sociales). Actualmente, alrededor del 72.5% del empleo en los países de la OCDE se concentra en actividades de servicio. Se muestra un porcentaje similar para la Unión Europea, y Estados Unidos alcanza incluso casi el 80%.
Hasta el presente, Europa y la mayoría de los países desarrollados han cambiado su economía transformando su modelo, fundamentalmente basado en la industria, en uno diferente basado en actividades de servicio. Como resultado, en los últimos años, la mayor parte del empleo ha sido generada por los servicios, pero esta tendencia puede ser interrumpida por el nuevo escenario emergente, caracterizado por robots e inteligencia artificial. Por lo tanto, se abren grandes desafíos para el sector de servicios, no solo al final de este proceso de transformación, sino también en el período de transición. De hecho, es probable que las actividades de servicio continúen concentrando un porcentaje creciente de empleo. Sin embargo, hasta ahora hay más preguntas que respuestas.
El trabajo es uno de los factores de producción en el núcleo de los fundamentos del capitalismo. Históricamente, la intensificación de las habilidades de la fuerza laboral determinó el progreso de las economías en una secuencia de más y mejores habilidades, más productividad, mayores beneficios, mayores salarios, mejor bienestar. Actualmente, la profundidad de los cambios en la organización de la producción y la velocidad de dichos cambios son tan pronunciados que es difícil predecir hacia dónde debería ir el entrenamiento en nuevas habilidades.
Así, mientras que la definición de factores de producción en los sistemas económicos supone que la propiedad recae en los hogares, que los prestan o arriendan a empresarios y organizaciones; una caída en la demanda del factor trabajo podría conducir a una transformación radical del sistema económico, con grandes consecuencias en la organización social y la convivencia, pues los ingresos obtenidos por la contribución del trabajo a la producción de bienes y servicios son la mayor fuente de ingresos para la mayoría de las personas.
Desde la perspectiva de la acción política, para evitar un escenario indeseable de perder todos (cambio tecnológico acompañado de escasez de talento, desempleo masivo y creciente desigualdad), es fundamental que las empresas asuman un papel activo en el apoyo de sus fuerzas laborales, a través de la recapacitación y la mejora de la cualificación, que las personas tomen un enfoque proactivo para su propio aprendizaje permanente y que los gobiernos creen un entorno propicio. En este contexto es en el que surgen muchas preguntas, pues hay complejos circuitos de retroalimentación entre las nuevas tecnologías, los trabajos y las habilidades. Las nuevas tecnologías pueden impulsar el crecimiento empresarial, la creación de empleo y la demanda de habilidades especializadas, pero también pueden desplazar ocupaciones enteras cuando la mayoría de las tareas se vuelven obsoletas o automatizadas.
En esta 29ª Conferencia Internacional RESER algunos de estos temas se abordarán desde la perspectiva de las actividades de servicio y su contribución para obtener una transición fructífera hacia una nueva economía que proporcione no solo ganancias sustanciales en términos de productividad y bienestar, sino también en términos de equidad y valores sociales.
Por todo esto, damos la bienvenida a nuestros colegas europeos, que han decidido acudir a nuestra convocatoria en Ceuta, para intentar dar luz sobre estos temas tan importantes y cruciales para el futuro más inmediato. Muchas gracias a todos los que asistirán. Procuraremos atenderles lo mejor posible, para que sirvan de embajadores de la belleza y las posibilidades de esta bonita tierra, situada entre dos mares, dos continentes y dos países, diferentes, pero cercanos y amigos.