Lo que parecía que se había apaciguado ha vuelto a resurgir: tensión tanto laboral como en cuestiones de seguridad a la empresa de autobuses de Ceuta. Si en la edición de ayer se informaba de una posible convocatoria de huelga por parte de los trabajadores de la sociedad en el horizonte, en la de hoy se recoge un suceso que tuvo lugar en el vehículo que da servicio en la línea 8: uno o más individuos han reventado la puerta acristalada del coche a patadas cuando viajaban como pasajeros. A esto se le suma las continuas denuncias por falta de seguridad que han trasladado los propios trabajadores a través del Comité de Empresa, debido a los constantes apedreamientos o amenazas a los empleados. Sucesos que afortunadamente ya no se repiten con la misma asiduidad que la de hace unos meses pero que, por contra, ha provocado que varias líneas tengan que ser escoltadas por unidades policiales, con lo que supone un triste bache para la imagen pública de la ciudad en el resto del país. Valga recordar que años atrás en el interior de los autobuses iba personal de las Brigadas Cívicas, lo que provocaba que en muchas ocasiones no sucediese ningún tipo de estos sucesos, como ha recordado el propio gerente de la empresa en declaraciones a este diario. Una reclamación que vuelve, en palabras de Manuel Cuéllar, y que ya se ha solicitado “en varias ocasiones”. Vuelven la tensión a una empresa, la de autobuses, cuyo servicio público es imprescindible y fundamental en nuestra ciudad, y que en estas condiciones ha provocado que se vuelva a abrir el debate de cesar los servicios a determinadas zonas de Ceuta.