La ‘normalidad’ ha vuelto al Tarajal con la apertura del puente del Biutz, si por ‘normalidad’ se puede entender la sensación de caos que se vive habitualmente en esta zona.
Ayer, después de una semana en la que la actividad de los porteadores se ha visto interrumpida con motivo de las fiestas patronales en nuestra ciudad, la situación volvió al punto donde la habíamos dejado. Largas colas de vehículos colapsaron la carretera a la frontera haciendo que el tiempo de espera para pasar al país vecino fuera de varias horas. La playa del Tarajal volvió a convertirse en el lugar de espera de grupos de porteadores que bajo un ardiente sol volvieron a dar muestra de su paciencia aguardando a que les llegara el turno pasa regresar con sus bultos a Marruecos. Y los agentes de la Policía Nacional se vieron obligados a intervenir en varias ocasiones para que los empujones entre quienes hacían cola no acabara con lesionados entre los propios porteadores. La ‘normalidad’ con la que nos tiene acostumbrado que transcurran los días en esa zona vuelve a ser la tónica habitual desde ayer. La esperanza de que la situación cambie está en la apertura del Tarajal II, que estaba prevista en julio, pero que finalmente se ha retrasado hasta que finalice la Operación Paso del Estrecho. Habrá que esperar hasta entonces para ver si realmente ésa es la solución. Mientras tanto, el paso de bultos ha vuelto a alcanzar un precio considerable. Los propios porteadores hablan de cifras que van desde los 40 a los 70 euros. Son unas sumas irresistibles para ciudadanos del otro lado de la frontera, tanto por lo que suponen esas cantidades en Marruecos para los porteadores como porque quienes se dedican a esa actividad habitualmente no tienen otra forma de ganarse la vida. No ha cambiado nada y, por lo tanto, como era de esperar tras finalizar la Feria, la ‘normalidad’ ha regresado a la frontera.