Vox Ceuta ha preguntado al Gobierno, en concreto al Ministerio del Interior, por la situación de los documentos oficiales que todavía se encuentran en el antiguo
centro penitenciario de Los Rosales y que no fueron trasladados a la nueva prisión de Fuerte Mendizábal. Documentos que, lamenta el partido, ahora han quedado "a merced de las decenas de inmigrantes que ocupan la antigua cárcel tras entrar ilegalmente en la ciudad en la invasión del pasado 17 de mayo".
Según ha informado El Faro de Ceuta, todavía hoy se encuentra mobiliario, libros e incluso documentos oficiales entre los restos y la basura que hay en el centro de Los Rosales. Para la
diputada nacional de Vox por Ceuta, Teresa López, esta situación “pone de manifiesto la total falta de previsión y cuidado que se tuvo en el traspaso al nuevo centro penitenciario”. La parlamentaria ceutí pregunta al Ejecutivo de Sánchez “cuál es el motivo” por el que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias “ha abandonado toda esa documentación, agendas, libros oficiales o no oficiales”. Además, pide conocer si existe alguna denuncia, expediente o reclamación desde Fuerte Mendizábal por la pérdida del expediente de algún interno procedente de la prisión de Los Rosales. López califica de “pésima” la gestión de traslado de material de una cárcel a otra. Por ello, pregunta si se ha recibido por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias alguna denuncia por la vulneración de la Ley de Protección de Datos en relación con la custodia de documentos de la vieja prisión de Los Rosales. Unas instalaciones que el pasado mes de agosto fueron cedidas por parte del Ministerio de Interior a la Ciudad Autónoma para crear un nuevo centro de menores.
Partes de averías, cambios de horario, órdenes firmadas por el director, historias clínicas...
Como pudo comprobar este periódico in situ, han pasado casi 4 años y todavía pueden verse documentos de partes de averías, de cambios de horario y de órdenes firmadas por el director de la cárcel de la época además de carpetas de historias clínicas ya vacías. Esto es lo que aún hay, junto a libros, documentos sindicales y revistas. Pero hubo mucho más que estaba dentro de unos archivos que fueron desvalijados y que terminaron arrojados a contenedores o desperdigados por cualquier lugar convertido en vertedero improvisado.