Imaginen que salen a la calle para comprar el pan. Viven en uno de los barrios más famosos de España pero no precisamente por su buena imaginen. Imaginen que reciben un disparo y encima tienen que aprender a vivir con ese miedo a que la carambola de la casualidad es más probable en este punto de Ceuta:
el Príncipe. Confiesan muchos de los residentes en el barrio que vivir allí es un infierno. Este domingo hubo disparos en las inmediaciones del zoco. Hubo 4 heridos, dos de ellos personas que circunstancialmente pasaban por allí. Todos menos uno están ya en sus casas. El cuarto, herido grave de varios disparos en extremidades inferiores, sigue en el
clínico de Loma Colmenar. Y el Príncipe tiene miedo. Lo tienen muchas de las familias que allí viven, que son trabajadores y que deben sostener la doble losa de la inquietud a recibir un disparo y de la presión del resto de Ceuta que los acusa de no hablar, de callar. La situación cada vez es peor. Si bien la Policía llevó a once de los detenidos por su presunta relación con disparos al juzgado, decretándose su entrada en prisión, la raíz de esta quiebra de seguridad desatada sigue viva.
Ayer unos individuos buscaban a una persona en concreto para matarla y fueron al lugar donde sospechaba que podía estar. Los disparos terminaron alcanzando a 4 personas. La barriada tiene miedo y quiere a
Policía permanente. A un subgrupo como el antiguo que operaba en el Príncipe y que se conocía toda el barrio y a sus gentes. No quiere Policía que sirva de ‘escolta’ en visitas organizadas cual caravana de medios de comunicación al barrio. Tampoco incursiones aleatorias, sino una presencia fija. La misma que de hecho ha reclamado con más de 5.000 firmas la FPAV o la que defienden partidos políticos. Ayer dispararon alocados a dar a quien fuera, hace un mes fueron contra viviendas ocupadas, coches, propiedades usando armas cortas y hasta subfusiles.
Un llamamiento desde la asociación
La asociación de vecinos del Príncipe Afonso ha condenado “estos actos violentos que han dejado varios heridos y la multitud de actos violentos que azotan nuestra barriada. Vivir en el Príncipe se ha convertido en un infierno, sus vecinos ya no pueden vivir tranquilos. Sabemos que últimamente el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad está siendo intenso y están haciendo una buena labor pero algo está fallando, otros caminos hay que crear para erradicar esta lacra que está llevando a nuestra juventud al camino de la violencia. Hacemos un llamamiento a todas las fuerzas políticas, al gobierno de la Ciudad y de la Nación para socorrer a los vecinos del Príncipe porque la mayoría de sus vecinos son gente humilde, trabajadora acosada por la violencia que no cesa”, expone la entidad en un comunicado. “Necesitamos sumar fuerzas y buscar herramientas para revertir está situación. El Estado y el gobierno no pueden vivir dando la espalda a un problema enquistado que está llevándose la vida de nuestros jóvenes y a todo el que se cruza en este camino aunque sea por pura casualidad, es decir, estar en el momento y en el lugar equivocado. El Príncipe es parte importante tambien de esta ciudad y necesita una atención especial por parte de sus mandatarios debido a que es la zona más pobre y abandonada en todos los aspectos de la vida misma”.