“Vivimos una crisis de fe; debemos creer y acoger la verdad reveladora de Dios”

El obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, dio apertura en la Catedral al Año de la Fe dentro de un acto emotivo en el que instó a perseguir el camino que marca el Señor

Las campanas repicaban a las doce del mediodía cuando un séquito de eclesiásticos subía cada peldaño de la escalera que da acceso al templo catedralicio y en cuya última posición se encontraba el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, quien saludaba a los numerosos feligreses que se agolpaban en la plaza África, teñida por el azul del cielo y el sol de octubre que caía a plomo ayer sobre nuestra ciudad.
"Bienvenida sea toda la comunidad antes de dar comienzo solemnemente al Año de la Fe", indicaba el obispo diocesano, "venimos convocados por el sucesor de Pedro para celebrar el cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II, aprovechemos esta invitación que se nos brinda para acometer una auténtica y renovada conversión al Señor, el único salvador del mundo que desde el misterio de su muerte y resurrección ha revelado en plenitud el amor que salva y llama a los hombres a la conversión debida mediante la revisión de los pecados".
Eran las primeras palabras pronunciadas por el obispo, aún en la puerta de entrada a la Catedral, quien añadió acto seguido que "hemos pues de cruzar el umbral de la puerta de la fe que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su iglesia que está siempre abierta para nosotros. Crucemos las puertas de nuestra Iglesia Catedral, madre de todas las iglesias de la Diócesis y signo de la comunión de toda la Iglesia y entremos en ella mientras invocamos a los santos, nuestros hermanos que han recorrido el camino de la fe y gozan para siempre de la presencia de Dios".
Preciosa ceremonia la que a continuación se vivió, ya en el interior del templo, donde se sucedieron estampas en las que el amor reinaba entre los asistentes, ese inmaculado sentimiento que otorga el sentirse bien, en paz.
Para ello, además de la magnífica oratoria y el precioso mensaje que transmitía Zornoza Boy, contribuyeron la lectura de la carta a los hebreos a cargo de la vocal de Formación de la citada Hermandad y presidenta-delegada en Ceuta de Manos Unidas, Mercedes Canca; la embriagadora música de guitarra que acompañaba el cántico de distintos feligreses ceutíes; o la renovación en favor de los profesores de Religión.
Asimismo, durante el desarrollo del solemne acto se anunciaron distintas acciones en pos de acometer una reflexión a todos los niveles: sacerdotes por arciprestazgos, delegaciones diocesanas, asociaciones y movimientos, hermandades y cofradías y religiosos. Al mismo tiempo, se asumirá la propuesta del Santo Padre concretando acciones adecuadas según cada grupo, se ofrecerá un camino diocesano de profundización en la fe en pequeños grupos, a la vez que se tendrán en cuenta las iniciativas particulares (delegaciones, asociaciones, movimientos, etc.).
"La crisis que vivimos es una crisis de fe", aseguraba el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, "de modo que debemos creer y creer implica dar el corazón porque la fe es entrega y no posesión, debemos fiarnos los unos de los otros, dejarnos llevar por Dios y ser conscientes de que creer es acoger la verdad reveladora de Dios".
En este sentido, con el intervalo del encendido de decenas de cirios (cada asistente pudo recibir uno a la entrada de la Catedral) que vino acompañado del cántico 'Rito de la luz', Zornoza Boy manifestó también que "este año es muy importante para cada uno de nosotros, necesitamos sentir que en el centro de nuestras vidas está Jesucristo y que es a Él a quien seguimos", concluyó el obispo, que emitió un mensaje cargado de amor y coherencia.