El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, recibió ayer en su despacho al que es el mejor deportista ceutí, Guillermo Molina, jugador internacional de waterpolo.
El caballa, de 32 años, estuvo acompañado por su mujer Sofia y sus dos hijos, Leo y Manuel, además de su tío, Miguel Ángel Ríos, uno de los estandartes del Club Natación Caballa.
Vivas, por su parte, también contó con la compañía de la directora gerente del Instituto Ceutí de Deportes, Carolina Hurtado.
El caballa pudo hablar en persona con el presidente de la Ciudad tras su participación en los recientes Juegos Olímpicos celebrados en Río de Janeiro, en Brasil, en donde Guillermo Molina fue el capitán de la selección española de waterpolo, que acabaría la competición en la séptima plaza.
El encuentro se produce después de que el ceutí anunciase ante los medios de comunicación su intención de abandonar el combinado nacional, al que ha estado ligado durante 15 años.
El pasar más tiempo con su familia, el ceder el testigo a las nuevas generaciones y, sólo en parte, la frustración por que el equipo no haya conseguido los resultados deseados en las últimas temporadas, han llevado al caballa a centrarse a partir de ahora en su función de jugador de club.
Molina, que vuelve a las filas del Pro Recco, club italiano considerado uno de los mejores del mundo, no se ha colgado la medalla en sus cuatro participaciones en los Juegos Olímpicos (Atenas, Pekín, Londres y Río de Janeiro).
Eso sí, el caballa ha sido campeón del mundo (Fukuoka, 2001), subcampeón (Roma, 2009) y bronce (Melbourne, 2007), en donde fue elegido mejor jugador del campeonato, además de bronce en el Campeonato de Europa (Belgrado, 2006).