“Don Juan José es un referente de humildad y de fraternidad, una virtud consistente en tratar al otro como un hermano, en suma, el rango más sublime, la aspiración máxima de la convivencia”. Han sido las palabras del presidente de Ceuta,
Juan Vivas, tras la concesión del
Premio Convivencia 2019 a Juan José Aguirre, obispo de Bangassou, cuyo nombre ya está indisolublemente unido a este galardón que ya ha alcanzado su decimoséptima edición.
El acto ha contado con la presencia de familiares y amigos del obispo, además de los dos consejeros del Gobierno de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre y Juan Bravo. “Los dos están aquí atraídos por lazos afectivos y los dos, por razón de la responsabilidad que ejercen, ponen en evidencia que, entre nuestras dos comunidades, entre Andalucía y Ceuta, las mismas raíces, la misma historia, las mismas pasiones, el mismo cielo, la misma luz y la misma patria: el orgullo compartido de sentirnos España en lo más profundo de nuestro ser”, ha apuntado Vivas.
El solemne acto que cada dos años acoge el Teatro del Revellín se ha llenado de los halagos de Vivas hacia una “persona, sin duda excepcional por su categoría humana, que ha querido unir su destino al de los pobres, los excluidos, los indefensos, los débiles y los vulnerables”.
Por ello, ha añadido el máximo responsable del Ejecutivo local, “el Premio Convivencia que lleva el nombre de nuestra ciudad no puede tener mejor destinatario y ha sido un honor entregárselo en nombre de todos los ceutíes”.
El presidente de la Ciudad ha recordado que el “amor es una fuerza invencible que todo lo puede y alcanza, que ante nada se detiene y frente a la que, todo lo demás, por importante que parezca, carece de valor” y quiso constatar que estas palabras pueden aplicarse al galardonado de esta edición. “Don Juan José Aguirre es, sin pretender notoriedad alguna, una prueba irrefutable de la vigencia de esta sabia afirmación, porque fue el amor, el amor al prójimo, el que motivó a don Juan José para dejarlo todo sin condiciones y dedicar su vida a los demás, a los pobres y necesitados en una de las regiones más pobres y necesitadas del planeta; a combatir los estragos de la malaria, el SIDA o la lepra, a luchar contra la pobreza en sus más crueles manifestaciones, a construir colegios, hospitales, quirófanos y dispensarios; a edificar ilusión y a proteger la dignidad humana sin distinguir por razón de credo, raza o cualquier otra condición”.
“Sin negar que la generalización no es la forma más adecuada para sacar conclusiones acerca de casi nada, resulta innegable que un mundo marcado por el materialismo y dual, en el que una parte despilfarra a manos llenas mientras la otra vive en un estado de absoluta precariedad y privaciones, no es un mundo viable pero, sobre todo, no es justo ni humano”.
Continuando con las palabras que Vivas ha dirigido al galardonado de este año, ha señalado que “comportamientos y compromisos como los de don Juan José Aguirre constituyen un verdadero motivo para la esperanza en un mundo más solidario, más humano, más justo, en definitiva, la esperanza en un mundo mejor”.
El presidente del Ejecutivo ha ofrecido un sincero reconocimiento al jurado “por la decisión adoptada, como siempre independiente y acertada, junto con mi agradecimiento a las muchas personas y entidades que han promovido y avalado la candidatura”.
Ha tenido también palabras de agradecimiento a la Fundación Premio Convivencia “por lo que hace y por cómo lo hace”. Entre sus muchos méritos, ha añadido, “por la firme y feliz convicción de que la defensa de la convivencia en nuestra ciudad no tiene credo ni color político” y, por tanto, “debe ser, tal como demuestra la asistencia a este acto, cosa de todos: una sola voz, una sola voluntad, un solo corazón al servicio de una causa de la que depende el porvenir y la supervivencia de nuestra ciudad”.
La convivencia, un “rasgo de personalidad” de nuestra ciudad
Durante el acto de entrega del Premio Convivencia, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha recordado que la convivencia es “un rasgo de personalidad de nuestro pueblo”, porque desde que “Hércules plantó su columna y abrió la puerta del estrecho mar que nos une, por aquí han pasado y dejado huella todas las culturas y civilizaciones que el Mediterráneo ha conocido y que son la cuna y la madre de Occidente”.
Ha argumentado el presidente que los ceutíes han hecho de la convivencia “una virtud, una manera de ser y de vivir basada en el respeto, la tolerancia y el imperio de la ley, una manera de vivir compartiendo espacios, inquietudes, anhelos, sueños y sentimientos. Todos con los mismos derechos, deberes y obligaciones; todos al abrigo de una sola bandera”.
Ha recordado que tres son las razones que justifican este premio: “Subrayar que es posible la convivencia entre diferentes, a la vez que enriquecedora de las relaciones humanas en su más noble y fecunda expresión: la de la concordia”.
Una segunda razón basada en que la convivencia en nuestra ciudada “no es una realidad virtual, ni fachada retórica, sino una realidad palpable y espontánea que forma parte de la magia de lo cotidiano”, hecho que, añadió, “se muestra en nuestras calles, colegios, templos, campos de deporte o Asamblea. Een definitiva, en el pálpito, el corazón y el alma de nuestro pueblo”.
Finalmente, Vivas aludió al tercer motivo que justifica este premio basado en el reconocimiento de personas y entidades que, por su trayectoria, compromiso y obra, “son ejemplo de virtudes y valores que alientan y alumbran el camino de la bondad, la verdad y la vida”.