El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, ha manifestado en el pleno de control que “no soy corrupto”. Esta frase la pronunció en contestación a una serie de acusaciones que había realizado la diputada de MDyC, Fatima Hamed. La responsable de esta formación política había señalaba en relación a la decisión de la Ciudad de suspender la licitación del cable óptico submarino que desde el Gobierno se utilizaban los dineros públicos para beneficiar a las empresas privadas y además, según el mismo Vivas, había insinuado que desde la sede central del PP les habían llamado para que retiraran la licitación y beneficiar de esta manera a Telefónica.
El propio responsable del Ejecutivo autonómico dirigiéndose a la diputada de MDyC le comentó que cuando hiciera acusaciones de ese tipo diera nombres y apellidos. “No me puede tachar de corrupto, porque no se lo voy a permitir”.
La respuesta a este punto de Fatima Hamed fue de que, en ningún momento, había querido acusar a nadie y que su debate era estrictamente político.
La interpelación realizada por Fatima Hamed se centró en esta decisión del Gobierno de eliminar, de momento, la licitación del cable óptico submarino y puso como ejemplo tanto a Melilla como a Canarias que durante los últimos años habían montado sus propias estructuras para no depender de ningún operador. Además comentó que el presidente de la Ciudad había recibido en las últimas semanas a numerosos representantes de operadores que estaban interesados.
La consejera de Hacienda, Economía y Administración Pública, Susana Román, explicó que el mismo presidente ya había anunciado la semana pasada cuáles eran las tres fórmulas que se estaban estudiando después de decidir la paralización de la licitación por el sobrecoste. La primera de ellas consiste en que sea la Ciudad quien, con recursos propios, abone esta cantidad. La segunda, que un operador privado aporte los tres millones que quedan y la Ciudad los dos millones y medio que figuran en el proyecto de Fondos FEDER y la tercera se centraría en el abandono del mencionado proyecto y elegir otro dentro de la categoría de nuevas tecnologías de la información.
Tal y como hemos publicado, la razón del abandono momentáneo de la licitación se debe a que los cálculos de cuando se hizo este proyecto se hicieron en función de que hubiera en el área del Estrecho un barco cablero que permitiera compartir gastos y no debe contratarlo única y exclusivamente la Ciudad Autónoma.
Sin embargo, los técnicos, cuando ha llegado el momento de la verdad y ante las informaciones de que no habrá barcos cableros en los próximos meses o años realizando trabajos en la zona del Estrecho, han preferido ser pesimistas en sus cálculos y han evaluado también el coste del alquiler en solitario de un barco de estas características.