El presidente de Ceuta,
Juan Vivas, ha reiterado este lunes, a 48 horas de que expire el primer paso de la reapertura “gradual y progresiva” de la frontera, que espera que ese proceso culmine con la aplicación del acervo Schengen “sin excepciones”, es decir, exigiendo visado para entrar en la ciudad a todos los marroquíes, y con el establecimiento de una
aduana comercial. Desde su punto de vista, el funcionamiento del Tarajal durante las últimas cuatro semanas prueba que cumplir con ambos requisitos es lo mejor. “Son cuestiones con muchísima trascendencia y lo justifican hechos objetivos: a la vista está
cómo funciona la frontera ahora, aplicando Schengen, y cómo lo hacía antes”, ha recordado Vivas, que se ha congratulado por la reducción de la intensidad de los flujos de tránsito “de unas 30.000 a 3.000 ó 3.500 personas al día, algo que repercute de manera positiva en los controles que hay que realizar, en aliviar la presión migratoria irregular, en la lucha contra la economía y el empleo irregular y en determinados servicios esenciales como la asistencia hospitalaria, educación, servicios sociales o menores”. A su juicio “este debe ser el camino” porque además “la realidad demográfica del entorno más próximo del país vecino no se corresponde para nada con la que había cuando se estableció la excepción”. Así las cosas, “el sentido común aconseja que esta sea la actuación”, ha concluido. Sobre la aduana comercial ha fijado
un plano “jurídico” que espera vaya “rápido” con el reconocimiento por parte de
Marruecos de su apertura y otro “de las infraestructuras que habrá que habilitar para que funcione de manera eficaz como todos pretendemos para un tránsito ágil e intenso de expediciones comerciales”. “Ahora mismo no las tenemos, pero se puede resolver de manera jurídica su establecimiento e iniciar un proceso de colaboración entre los dos países para dotar las infraestructuras necesarias”, ha apuntado. El presidente se ha confesado “prudente” con respecto a lo que sucederá: “Vamos a ver cuál es el contenido de la disposición ministerial que sustituya a la que está en vigor hasta el miércoles y yo quiero ser prudente y leal porque se trata de un asunto de Estado y nadie nos podrá reprochar haber hecho un uso partidista de este tema: es una obligación ética y constitucional establecer las condiciones para un futuro de estabilidad, progreso, bienestar y seguridad por encima de colores políticos”, ha remarcado.