Juan Vivas estrenó ayer su reeditado cargo de presidente con el mismo mensaje que ha transmitido desde que la noche del 24 de mayo se abrieron las urnas y le depararon su más ajustada mayoría absoluta: habrá mano tendida al resto de grupos de la recién constituida Asamblea para inaugurar lo que pretende ser un nuevo tiempo político. Tras ser investido con los 13 votos de su partido, el jefe del Ejecutivo local advirtió de que en la defensa de los intereses de Ceuta no sólo pondrá en los cuatro próximos años su “trabajo y dedicación”, sino también, “desde el primer día”, su “voluntad de acuerdo, de diálogo y de consenso” con los representantes de las cuatro siglas que conforman la oposición. El mensaje no era casual. Consciente de la nueva relación de fuerzas –13 diputados a su favor y un presumible frente de 12 fiscalizando al milímetro su gestión durante el próximo cuatrienio– Vivas apeló, en su primera intervención pública tras la ratificación en el cargo, por encarar “una nueva singladura” en la que los 25 depositarios de la voluntad ciudadana hagan gala de un “espíritu positivo” y una “voluntad constructiva”. “Nos enfrentaremos seguro a muchos problemas y somos conscientes de las necesidades de la ciudad”, enfatizó el presidente, “pero una por encima de las demás: el problema del paro”, reconoció. Contra esa lacra animó a sumar esfuerzos con la vista puesta en que la ciudad “no puede bajar el nivel de tensión, la intensidad y el esfuerzo para tratar de seguir convergiendo con el resto de España en la calidad de los equipamientos, servicios e infraestructuras que la ley encomienda”. Las primeras reformas Quizás uno de los frutos de ese nuevo tiempo que asoma sea la reforma del propio funcionamiento de la Asamblea, que ha dado en la última legislatura síntomas alarmantes de anquilosamiento y cuya agilización habían reclamado, por ejemplo, Caballas y el PSOE. Entre las novedades, Vivas anunció ayer su apuesta por acelerar el impulso que pretende dar a la Mesa Rectora –que acaba de incorporar a la oposición– para que gane en “actividad”. Entre los objetivos, según el diagnóstico trazado, figura que ese órgano “reciba las proposiciones que van al Pleno, revise los expedientes, califique si son proposiciones como tales para ser acordadas por el Gobierno, si son declaraciones de intenciones que no requieren cobertura en cuanto a informes porque son resoluciones que implican el ejercicio de competencias de la ciudad o diferenciar preguntas de interpelaciones”. Se trata, resumió, de dar a la Mesa “mucho más juego” de lo que ha tenido en otras legislaturas. También habrá modificaciones en el Reglamento de la Cámara, cuestión “absolutamente necesaria” para el presidente, máxime tras la ampliación del número de los partidos con representación en la bancada, que han pasado de los tres de la legislatura finiquitada a los cinco que se sentarán a partir de ahora repartidos entre los 25 escaños. Los plenos son “interminables”, asumió Vivas, por el número de propuestas que se presentan y la inexistencia de limitaciones en la defensa de las mociones de urgencia. La reforma ya se ha tratado en Junta de Portavoces y su aprobación es mera cuestión de tiempo. “La idea que tengo en un principio, pero hay que hablarlo con los representantes de todos los grupos, es abordar de manera urgente la reforma del Reglamento para ganar en agilidad, y más ahora que seremos cinco grupos en la Asamblea”, vaticinó Vivas como prioridad en el inicio del mandato.
Un Gobierno de 7 a 9 consejeros y no antes del día 22 “No más de nueve ni menos de siete”. La adivinanza, lanzada ayer por el presidente de la Ciudad, esconde el secreto del número de consejeros y la identidad de quienes están llamados a poner rostro al primer Ejecutivo de la legislatura. El “diseño” lo tiene Vivas “más o menos dibujado” en su cabeza, aunque no se conocerá de forma oficial porque prefiere ser “respetuoso con los tiempos”. El secreto no se desvelará antes del 22 de junio, la fecha en la que, tras publicarse su nombramiento en el BOE, está prevista la ceremonia por la que reeditará el cargo. Los elegidos están siendo “tanteados”, pero aún no hay terna definitiva. Sí que hay, asumió Vivas, “prudencia” sobre la elección o no de viceconsejeros vistos los escollos de la legislatura. También se apuesta por los directores gnerales para rentabilizar su perfil técnico.