El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha hecho balance en torno a lo ocurrido en Ceuta justo cuando se ha cumplido un año de la entrada masiva de miles de marroquíes en lo que supuso un claro chantaje a España por parte del rey Mohamed VI. Una entrada que Vivas se ha apurado a cifrar hoy en entre 12.000 y 14.000 personas, a tenor de los datos recopilados sobre salidas y retornos. Nunca el Ministerio de Interior ha dado la cifra oficial, quizá porque ni siquiera se sepa exactamente cuántos adultos y menores bordearon los espigones en aquellas jornadas frenéticas.
“Fue el momento más difícil por la magnitud, nunca sabremos la cifra exacta, pero conforme avanzamos en cálculos no exageramos si decimos que entre 12.000 y 14.000 personas accedieron a Ceuta. Esto desbordaba todas nuestras capacidades de contención y acogida. Supuso el 15% de la población total de Ceuta, es como si en Madrid entrara medio millón de personas de golpe”, ha comparado la primera autoridad de la ciudad.
En una comparecencia oficial en el salón del Trono ante los medios de comunicación, Vivas ha confesado su “percepción” de que aquello, lo que estaba pasando, “no se trataba de un incidente como los anteriores. Estaba claro que se quería desestabilizar Ceuta para presionar a España”. Así que, “con el alma en vilo”, asomaron esas sensaciones de “angustia, inquietud e incertidumbre”.
Para Vivas, resolver lo acontecido con una “acción disuasoria” y echando mano de la “diplomacia” fue “un acierto” ya que en la mañana del 18 se cortó la entrada de más personas y empezaron los retornos voluntarios. “Fue un trauma inolvidable”, ha apreciado, para puntualizar después que con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la ciudad se constató que “la integridad e irrenunciable españolidad de Ceuta está garantizada por el Estado cualquiera que sea el color político del Gobierno. El sentimiento de pertenencia a España lo comparten todos los ceutíes recen a quien recen o se llamen como se llamen, además Ceuta es Europa y la del Tarajal es la frontera de Europa. La UE quiere y desea buenas relaciones con Marruecos, pero estas tienen que estar basadas en el respeto, empezando por respetar la integridad territorial de todos los estados miembros y sus fronteras”, ha reseñado como clave que sirvió para cerrar aquel episodio pero, a su vez, dejar las cosas claras ante posibles futuras afrentas.
Vivas ha recordado además que la reacción prácticamente unánime de la Asamblea, formada por grupos con diferencias en lo político, se demostró que “en un momento en que se puso en jaque la integridad territorial, en un instante crucial, todos -con una sola excepción- apostamos por la unidad, lealtad, responsabilidad y sentido de Estado”, ha aclarado. Aquella excepción fue Vox que no participó de los actos que, visualizando la unidad, querían demostrarse en los momentos más difíciles de la historia reciente de Ceuta.
No obstante, ese trauma, ha recalcado Vivas, “fue útil para revelar comportamientos ejemplares. El del pueblo de Ceuta y el de las fuerzas de seguridad, militares, personal de emergencia y Protección Civil, que fue ejemplar por el sentido del deber, la actitud humanitaria… porque cumplieron su misión de manera ejemplar. Se acentúo el salvar vidas, aquellos testimonios gráficos fueron conmovedores y dieron la vuelta al mundo. Nunca los vamos a olvidar y nos sentimos orgullosos de esto”, ha reseñado el presidente. “Se paró el golpe, pero quedaron secuelas”, ha indicado.
A primeros de aquel junio de 2021, seguían 5.000 personas en Ceuta en absoluta precariedad y la respuesta de los servicios de emergencia y entidades sociales, entre otros, fue admirable al hacerse un “esfuerzo titánico para atender un triple objetivo: habilitar en tiempo récord y con limitadas capacidades los recursos para atención, alojamiento, asistencia sanitaria… y levantar asentamientos que fueron más de 500. “Se paró el golpe y se superaron las secuelas en la crisis migratoria pero las huellas han quedado y hay que traducirlas en retos y oportunidades. No podemos dar por zanjado el asunto, tiene que haber un antes y un después” de esto.
Vivas ha insistido en la “necesidad de una acción enérgica inaplazable por parte del Estado para potenciar su presencia en áreas fundamentales como defensa, seguridad, sanidad, justicia o vivienda… además de garantizar el nivel de calidad en suministros esenciales, teniendo unos niveles de calidad equiparables a las medias nacionales, impulsando así el tránsito a un nuevo modelo económico más estable y sólido para crear empleo”.
Entre las necesidades o retos que cumplir que se le presentan a Ceuta está la actualización del REF, el apoyo al capital humano, la obligación de ampliar la FP, fomentar el emprendimiento y fidelizar y atraer inversiones. “Es bueno atraer nuevas empresas y proyectos, pero cuidar hay que cuidar a nuestras pymes y autónomos que han resistido de forma admirable. Es importante promover proyectos que pueden ser tractores en sectores con potencialidad de crecimiento”, ha recalcado.
Y en ese desarrollo necesario para Ceuta también se requiere de la preocupación e implicación de Europa además de mantener buenas relaciones con el vecino país. Para alcanzar todo esto, para mantener esas premisas, urge un “gran acuerdo político, institucional y social, un gran pacto por el futuro de Ceuta, que debe ser la tarea de todos de manera inexcusable, debe ser la prioridad de todos”, ha dicho.
Recién abierta la frontera del Tarajal, Vivas ha insistido en la necesaria normalización del paso fronterizo –lo que pasa también por instaurar esa aduana comercial pudiéndose aprovechar las instalaciones de los polígonos industriales del Tarajal- y, además, ha puesto fechas, instando a que esa unión, ese gran pacto de Estado sirva para que los retos marcados por Ceuta y recogidos también en el plan estratégico puedan resolverse en este 2022. “Se trata de llegar a un consenso de razón de Estado. Si no somos capaces de resolver estas cuestiones sería un fracaso”.
En el caso de la aduana comercial, Vivas ha querido ser “optimista” pero reconoce que también “debo ser prudente”. Según la letra del acuerdo suscrito por España y Marruecos, se decía de normalizar la circulación de personas y mercancías, con mecanismos aduaneros adecuados. “Tengo que ser prudente, esa aduana se puede establecer de muchas maneras y el tiempo nos lo dirá, pero debe ser reconocida jurídicamente como tal y con los medios adecuados”.
En la situación actual Vivas confiesa tener una sensación “confianza” por la “seguridad que tengo de que Ceuta no será abandonada por el resto de España, ni por el resto de Europa. La españolidad irrenunciable de Ceuta está garantizada por el ordenamiento constitucional y el Estado, además del sentimiento inequívoco de pertenencia a España de todos los ceutíes se llamen como se llamen o recen a quien recen”, ha zanjado.
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