Para esta tarde está previsto que el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, reúna a los portavoces de los grupos parlamentarios, tal y como se comprometió en la última sesión plenaria, para analizar cómo mejorar la situación del centro para discapacitados intelectuales de FEAPS que atraviesa por un momento muy delicado, como coinciden en afirmar políticos y trabajadores. Según ha explicado la consejera de Asuntos Sociales, Rabea Mohamed, que repasó ayer con el presidente toda la documentación al respecto, el objetivo del grupo de trabajo será analizar cómo ha podido llegarse a esta situación y evaluar un futuro plan de saneamiento de esta institución. A su juicio, ha habido un problema de gestión “y decisiones poco acertadas” a la hora de poner en marcha determinados servicios “sin contar con viabilidad económica suficiente, como por ejemplo, los pisos tutelados”.
Recuerda la consejera que el centro ha cambiado recientementente de equipo gestor, y pide un margen “porque hay que dejarle trabajar porque están empezando de nuevo”, añade. “La situación es muy complicada y no se resuelve sólo con una inyección económica de 300.000 euros, porque el problema va mucho más allá”, indica.
Un millón de presupuesto
Actualmente, el centro de día de FEAPS tiene un presupuesto algo superior al millón de euros, procediendo casi todo el dinero de las arcas municipales. Para 2012 se ha firmado un convenio por el que la Ciudad destina 925.000 euros a su funcionamiento, a lo que hay que sumar otros 150.000 euros para la mejora en unas instalaciones “que no reúnen las condiciones, eso es algo que todos sabemos, por eso hay que buscarle otro sitio y eso es también tarea del grupo de trabajo”.
De momento queda aparcada otra cuestión, que también salió a relucir, aunque de soslayo, en el Pleno: Aumentar las aportaciones de los familiares. Y es que del presupuesto del centro, sólo una mínima cantidad, de unos 60.000 euros, proceden de las cuotas que abonan usuarios y de la colaboración de otras entidades, que también hacen aportaciones económicas, “pero es que es necesario que los padre sepan al menos cuánto cuesta la atención que se le presta a los usuarios”, añade Mohamed, “porque esto no deja de ser un centro de día”.