La frontera ha estado presente en la comparecencia que el presidente Vivas ha tenido esta mañana ante los medios de comunicación. Ha dejado muy claro que existe, dentro de las competencias que tiene la Ciudad, una lucha decidida contra el fraude. Y así ofreció datos como que en los dos últimos años han levantado casi 800 inspecciones. Igualmente, destacó que 50 naves tienen decretado su cierre. En otro orden de cosas, pero sin abandonar la frontera, aclaró que no se puede abrir el paso de Benzú por varias razones: Marruecos no quiere, no lo recomiendan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y que tampoco se quiere que haya una mayor presión demográfica en Beliones si se decidiera la apertura y que redundara en mayores problemas para los servicios en Ceuta. Por otro lado, defendió de manera muy clara al delegado del Gobierno, de quien dijo que se está dejando la piel en intentar solucionar todos los problemas.
También hizo un aparte para analizar las noticias publicadas por este medio sobre el impacto que puede tener en la aprobación del Plan General una herencia recibida en la zona de Las Balsas. Sobre este particular quiso destacar que no había presionado, en ningún momento, a los técnicos del Plan para que esta vivienda que comparte la propiedad con sus hermanos, tuviera un trato especial. En cuanto a si ello podría influir en su voto cuando se lleve el documento a pleno dijo que estaba pendiente de los informes técnicos y que incluso ha pedido asesoramiento al Ministerio de Fomento.
Anunció que para el 1 de junio mantendrá un encuentro con el presidente de Melilla en la capital malagueña, donde entre otros temas abordarán la financiación autonómica, el transporte marítimo y aéreo, además de los asuntos de frontera.