El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, renovó ayer el respaldo expreso de la Ciudad a la Policía Local, a la que reconoció su “profesionalidad, su actitud y su vocación de servicio al ciudadano”.
Lo hizo en los salones del Hotel Ulises ante una amplia representación de los más de 300 efectivos que componen el Cuerpo y que celebraban la festividad de su patrón, San Urbano. Junto a ellos, la cúpula de la Guardia Civil y de la Policía Nacional en la ciudad; el delegado accidental del Gobierno, José Juan Espartero; el comandante general, José Manuel Sanz Román; consejeros, altos cargos de la Administración y familiares de los agentes que estaban a punto de ser condecorados.
Durante su intervención, el jefe del Ejecutivo local reconoció sentirse “orgulloso” de la Policía Local “como presidente y como ceutí”, para a continuación animar a sus integrantes a continuar en la senda de la “lealtad al ciudadano, a todos, no solo a la persona del presidente o a un Gobierno determinado, sino a los ciudadanos sin excepción, sin discriminación ni privilegios”. Es la forma, subrayó, de ratificar “la vocación de cercanía y de proximidad al vecino”.
Después de años de “contacto diario” con los agentes, el presidente confesaba ayer que extrae conclusiones sobre las auténticas virtudes que deben presidir el día a día del Cuerpo: “la profesionalidad y la actitud”. La primera de ellas, “para actuar en consecuencia, para dedicar un apartado de la vida a la formación permanente, intelectual, física y técnica”. La segunda está vinculada directamente al servicio activo, que según alabó Vivas “es saber que cuando uno se coloca el uniforme por primera vez todo se subordina al cumplimiento del deber”. Conjugadas una y otra, confluyen en “una máxima fundamental: la defensa del imperio de la ley, que es igual para todos sin discriminación, sin privilegios, sin reservas de impunidad”. Un oficio, en definitiva, que definió como “callejero y de contacto con el ciudadano, para lo bueno, que es mucho, y para lo menos bueno, porque a veces hay que corregir, sancionar, advertir... y no a todo el mundo le gusta eso ni lo comprende”.
Avances y sacrificios
El repaso a la historia reciente del Cuerpo rememora logros, pero también sacrificios. Sobre los primeros, Vivas destacó “avances notables en el ámbito de la dotación de medios”, que se han traducido en la “eliminación de toda interinidad, una reclasificación de los niveles de puestos de trabajo, la creación de la UIR o un esfuerzo continuado por la renovación del parque móvil. Durante ese tiempo, sin embargo, ha jugado en contra, por ejemplo, “la amortización de vacantes, la suspensión de convocatorias o la ampliación de horarios, todo ello impuesto por las circunstancias”. Llegado a ese punto, trasladó a los agentes que “ha merecido la pena, porque ha sido una contribución decisiva para mantener a flote la nave del los servicios públicos, incluida la propia Policía Local”, de ahí que agradeciera a sus integrantes “haber asumido esos sacrificios con un sentido ejemplar de la responsabilidad, primando el cumplimiento del deber por encima de las aspiraciones personales”.
Durante el discurso, Vivas tuvo palabras de recuerdo para el agente de la Policía Nacional fallecido tras una agresión en Málaga el pasado miércoles cuando procedía a una identificación. También agradeció la presencia de los policías locales desplazados para la ocasión desde Sevilla y Torremolinos. A los de Ceuta, a punto de recibir sus condecoraciones, les felicitó y auguró que “con independencia del destino, del cuerpo, me consta que esa recompensa y distinción la reciben como estímulo y acicate en el cumplimiento del deber”. Su esfuerzo, insistió, fomenta la “convivencia democrática, el orden cívico”, hasta el punto de que “si no existiera la Policía Local habría que inventarla”, ya que “nadie se imagina una sociedad moderna sin la presencia activa, necesaria y deseada de este Cuerpo, desde la regulación del tráfico hasta la vigilancia en cualquier evento o el cumplimiento de las ordenanzas”. E insistió: “Mi reconocimiento por vuestra extraordinaria labor, como presidente, en nombre del Gobierno, y como ceutí”.
Distinciones
El acto incluía la entrega de diferentes distinciones condecoraciones y reconocimientos a miembros de la Policía Local y de otros cuerpos. El nombramiento de Policía Local de Honor correspondió al delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, ausente porque en esos momentos acompañaba hasta Tánger al fiscal general del Estado, de regreso tras participar en las Jornadas Jurídicas. La Medalla al Mérito Profesional se otorgó a Juan José Carrasco, Diego Dorado, Antonio Martín, Manuel Meléndez, José Jaime Cabanillas, Manuel Rodríguez, Marco Antonio Pozo, José Carlos Verdejo, Agustín Meléndez, Abdeselam Jammar, Juan José Reina, Andrés Braulio Rodríguez, Salvador Castañeda, José María Martín, Juan Enrique Pérez, Alberto José Vega, Josefa Belén Gómez, Óscar Dorado, Manuel Vital Pareja, Ginés García, Antonio María Martín, Jesús García, José Mora, José Belmonte, Juan Carlos González, Sergio Fernández, Jorge Pérez, Rafael Javier Pérez, Francisco Javier Cube, Jaime Hoyos, Rafael Álvarez Torres, Antonio Damián Nieto, Carlos Gómez, David Gómez, Víctor Manuel Heredia, José Ramójn Ruiz, Eduardo Vallejo y Ángel David Heredia. El agente Felipe Manuel Escriña recibió el Galón de Mérito. También se concedieron placas a Pedro Luis Mélida (ex jefe superior de Policía de Ceuta), José María Jiménez (comandante de la Guardia Civil), Ignacio Dieste (inspector del CNP), Jorge Castillo (subinspector del CNP), Carlos Romero (veterinario municipal), Juan Manuel Pizarro (guardia civil) y María Teresa Vidal (policía local). También se distinguió a la UIR y a la Intervención de Armas de la Comandancia de la Guardia Civil.
Palabras de elogio a González Pérez y nueva defensa de Yolanda Bel
El discurso de Vivas incluyó guiños a dos compañeros de partido. El primero, para Francisco Antonio González, delegado del Gobierno, ausente porque en esos momentos viajaba hacia Tánger con el fiscal general del Estado. De él dijo que “se dan las circunstancias y los méritos” para su nombramiento como Policía Local de Honor, “mención propuesta por el mando y que descarta cualquier intención política” en su concesión. Un galardón, además, que ahonda en “la colaboración entre instituciones”. Tampoco pasó el presidente la oportunidad de alabar a Yolanda Bel, su consejera de Gobernación, responsable política de la Policía Local y blanco de ataques personales estos días. La definió como “prudente, comedida y entusiasta”.
Ángel Gómez o el “orgullo” de coordinar a 300 efectivos
A Ángel Gómez le tocó ayer hacer balance de su propia casa, del Cuerpo al que ha dedicado ya más de tres décadas de trabajo. Se lo reconoció el propio Juan Vivas, que no dudó en exaltar su “acreditada cualificación” y de garantizarle, de nuevo, el apoyo del Gobierno de la Ciudad, “sobre todo cuando hay que adoptar decisiones complejas y difíciles en las que prima el criterio profesional”. Ceutí de adopción, el superintendente de la Policía Local aprovechó el turno de palabra con el que abrió el acto para lanzar “algunas reflexiones”, ésas que, confesó, “tienen su origen en la privilegiada posición que para la percepción de la realidad tenemos quienes detentamos, temporalmente, la doble condición de ciudadanos y de responsables del Cuerpo”.
Esa percepción es la que le ha llevado, después de tantos años a sus espaldas, a concluir que la mayoría de los ciudadanos “valora la seguridad pública como elemento fundamental en el concepto de bienestar social y democracia”. Y ahí juega un papel básico el capital humano a sus órdenes, los 300 agentes “con vocación de servicio que comparten los valores de integridad, compañerismo, valor, dedicación, implicación y profesionalidad”. Y eso, traducido al día, implica para Gómez que el Cuerpo que coordina presuma de ser “el más próximo al ciudadano”.
Ese valor añadido, que no dudó en subrayar que representa para él enfundarse el uniforme de Policía Local, se traduce en hechos. Por ejemplo, las 40.000 detenciones practicadas en cumplimiento de la ley por sus agentes y “presentadas a lo largo de los últimos 32 años en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía”. Pero también la reciente felicitación público del ministro del Interior por la colaboración prestada a la Guardia Civil en la frontera por parte del Grupo II de Seguridad Ciudadana, o las cientos de actuaciones “para erradicar el tráfico y consumo de estupefacientes, o la colaboración constante con el resto de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”.
La lista de cometidos encomendados es larga: desde los relacionados con el tráfico de vehículos al control de entrada y salida de colegios, de la defensa del urbanismo y el medio ambiente a la elaboración de informes y control sobre residencia, transporte, sanidad, la protección del libre ejercicio de los derechos y libertades... Un “día a día”, reiteró Gómez ayer, que desempeña un Cuerpo “moderno” caracterizado por “la progresiva implantación en su seno de una nueva cultura” volcada hacia la colectividad. “En definitiva, un nuevo estilo de hacer Policía”, resumió.
Ese currículum forjado en las calles es lo que, a su juicio, cimenta “la alta valoración social de la función que desempeñan cada uno de los agentes”, reconocidos por el conjunto de los ciudadanos y por las instituciones. Un “compromiso con la protección de la comunidad” que permite al superintendente concluir, como ayer, que se siente “orgulloso de ser policía”
La UPAC, el nuevo y gran reto de una Policía “moderna”
La Unidad de Proximidad y Atención a la Ciudadanía (UPAC), que debe ver la luz este año, confirmará a la Policía Local como “un servicio público integrado en los barrios", orientada sobre todo a “una misión fundamental asistencial de primera línea”, que le permitirá además ”conocer la problemática existente en cada núcleo urbano y barriada de la ciudad". Entre sus objetivos, según esa definición, figurará "establecer los canales de comunicación y de relación entre la Policía Local y los vecinos para permitir una mejor comunicación, una actividad más próxima para de esta forma conocer mejor la situación de los barrios, así como un actividad policial que atienda directamente a los intereses y necesidades”.
concretas de los vecinos, potenciando la presencial policial preventiva, la función polivalente del policía y el trabajo de equipo".