La titular del Juzgado de lo Penal número 1 dejó ayer visto para sentencia
el juicio seguido para esclarecer la muerte, en abril de 2009, del bombero Marco Antonio Navas mientras desarrollaba unas prácticas de inmersión. Las tesis de Fiscalía y Acusación Particular no variaron después de que terminaran las últimas testificales. Siguieron manteniendo una petición de cárcel para los tres acusados: el que fuera jefe del
Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS), M.G.D., un sargento en el momento de la muerte de Navas, V.M.F. y uno de los bomberos que participó en aquella práctica en Las Preciadas, M.L.F.
Por contra las Defensas de los acusados así como la representación legal de la Ciudad Autónoma pidieron la libre absolución de sus patrocinados, coincidiendo en la inexistencia de pruebas de cargo que pudieran vincularles con un delito de homicidio por imprudencia grave.
Ahora es la jueza la que deberá dictaminar en sentencia si existió ese delito o no y si cabe la existencia de responsabilidad alguna sobre los hoy acusados. Fiscalía defendió en su informe que Navas murió “en acto de servicio” porque realizaba unas prácticas organizadas y con material del Cuerpo. Consideró que se había incumplido el “deber de garante” incurriéndose en un “peligro” sin cumplirse “las medidas de cuidado”, desarrollándose por tanto unas prácticas “de riesgo”. El cuarto de donde Navas cogió la botella para bucear era una mezcla de bienes particulares y oficiales, sin control, en donde llegó a dejarse esa botella sin estar en condiciones óptimas como reconoció su dueño, resaltando que si dicha botella hubiera estado bien “hoy no estaríamos aquí”. Los bomberos tampoco tenían titulación profesional. “Se hacía todo con una negligencia total” con la que se terminó cuando murió Navas, lo que “demuestra que las cosas se hacían mal”. El riesgo que podían correr los bomberos con estas prácticas no es comparable a otros. Fiscalía defiende que se les expuso a situaciones extremas.
La
Acusación Particular insistió en que la muerte de Navas “podía haberse evitado” y en que la Ciudad tenía que haber prestado el amparo oportuno para el desarrollo del buceo con control. Que este caso haya llegado, diez años después, a juicio se ha sustentado en la “inquietud” de la madre de Marco Antonio Navas por querer saber “por qué murió su hijo” y si esa muerte “podría haberse evitado”. Defendió en su informe que no “había control” y que de hecho tras morir Navas sí que se impuso. El fallecido estaba buceando “bajo la bandera de Bomberos”, centrando la clave de su declaración en que ni Navas ni el resto de agentes debían estar haciendo unas prácticas para las que no estaban preparados, en una actividad que la Ciudad no tenía reglada. “Hubo un cúmulo de despropósitos”, “negligencias e incumplimientos de deberes graves”, de las que responsabilizó al propio Ayuntamiento. Fiscalía pide 2 años de prisión que la Acusación Particular eleva a cuatro.
Las defensas se unieron en la petición de libre absolución de sus patrocinados, básicamente al no existir pruebas que enerven su presunción de inocencia. Criticaron además el escrito de las acusaciones que tildaron de falto de fundamento para sostener un delito como el homicidio por imprudencia grave. Todos insistieron además en la “bochornosa” pérdida de pruebas de convicción que ha generado indefensión a los acusados, haciendo alusión a la desaparición de la botella que uso Navas y a la quema del ordenador que no se pudo analizarse ni verificar por qué un día antes del accidente mortal constaba una inmersión del fallecido a 38 metros y medio, lo que podría haber tenido relación con el desenlace posterior.
Otro punto al que se refirieron fue a que, diez años después, no se sabe realmente de qué murió el bombero, al existir la hipótesis forense de que fue por una intoxicación de gases existente en cantidad anómala mientras que la Guardia Civil sostuvo que fue por un laringoespasmo. En la autopsia no se analizó el cerebro por lo que recalcaron que pudo fallecer por un problema cerebral. Insistieron en la inexistencia de una causa entre la muerte y los acusados, lo que impide sostener una acusación contra ellos. De hablar de una posible falta, esta ya estaría prescrita. Instaron a las acusaciones a “demostrar el motivo del fallecimiento y la culpa” algo que, consideraron, no han conseguido en el juicio. Tildaron de “absurdo” culpar a los acusados de la muerte de Navas.
En defensa de la Ciudad, su representación eludió cualquier responsabilidad y mantuvo que sin saber la causa de la muerte, no cabe dar el paso de imputar a personas o entidades. Sin haber prueba suficiente de la causa no cabe atribución penal posterior alguna.
Distintos puntos de vista: ¿Cuál fue la causa de la muerte de Marco Antonio Navas?
Diez años después no hay un criterio único en torno a la causa de la muerte de Navas. La forense declaró ayer que la principal hipótesis es que murió por intoxicación al haber una mezcla de gases anómala que le llevó a un aturdimiento. Esa mezcla anómala se produjo porque la botella que usó Navas estaba en malas condiciones lo que le llevó a que durante varios minutos respirara un aire anómalo. Su visión chocó con la declaración del subteniente de la Guardia Civil instructor de las diligencias y experto en accidentes de buceo, que ofreció una declaración notable. Dijo que en la botella había un líquido que nunca debió estar ahí y cuya presencia provocó una muerte por laringoespasmo. La botella estaba bien pero tenía agua dulce en su interior por su mala conservación, el haberla usado para esa inmersión mató, a su juicio, a Navas. Su teoría choca con la de la forense que, consideró, era equivocada. Expuso en su declaración el caos que anidaba en Bomberos, con agentes carentes de titulación profesional, sin responsable en el mantenimiento del material, sin jefe... lo que derivó en esta situación. “Fue una fatalidad que se podía haber evitado”, aseveró. Se incumplían todas las normas de seguridad, no había planes de formación ni de evacuación, por ejemplo. Un perito de la Guardia Civil avaló la tesis de la muerte por la existencia de ese líquido, contradiciendo también el informe forense.