La Audiencia ha dejado visto para sentencia esta mañana el juicio seguido por los disparos ocurridos en agosto de 2013 a la altura del cafetín ‘HH’. El Ministerio Fiscal ha mantenido las acusaciones sobre M.A.A. para quien pide 5 años de cárcel y A.A.L.A., para quien reclama una condena de 8, por los delitos de tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas. El Fiscal mantiene que existió un dolo eventual, ya que A.A.L.A. “mostró indiferencia” ante un resultado probable de alcanzar a alguna persona efectuando disparos, aunque fueran para repeler los de un sicario que le habría tendido una emboscada. Mantiene que existió intención de matar y que el arma usada era de fuego ya que si no, no cabe explicación a que no se encuentre todavía si hubiera sido de fogueo como mantuvo el acusado. Considera que no existió legítima defensa porque pudo encontrar otras alternativas antes de disparar a quien le había sorprendido a tiros esa tarde de agosto. Fiscalía mantiene la acusación como cómplice de M.A.A. al considerar que colaboró en la huida y que sus versiones en el acto de juicio oral han sido contradictorias.
Las Defensas representadas por los abogados Jorge Martín Amaya y Nuria Gutiérrez de Madariaga han pedido la absolución de sus patrocinados, básicamente porque no existen ni pruebas ni indicios que puedan sostener esa doble acusación. Martín Amaya ha recordado que a los pocos días de la detención de su cliente, M.A.A., la Audiencia lo puso en libertad al considerar que no se sostenía su implicación en los delitos. Aquel auto es de 2013 y cuatro años después no ha habido nuevas pruebas que pudieran hacer variar las conclusiones a las que en su día llegó la Audiencia. El letrado ha insistido en que ni hay víctima, ni se identificó y ni tampoco hubo denuncia de alguien, ¿cómo entonces hablar de autoría? Considera que la acusación del Fiscal se sostiene en meras conjeturas.
Por su parte la abogada Nuria Gutiérrez de Madariaga ha insistido en que no existe delito, ni tan siquiera daños colaterales ya que nada se ha podido determinar. Ha insistido en que su patrocinado, A.A.L.A. es la auténtica víctima ya que vive perseguido y atemorizado por gente peligrosa y ya ha visto morir a cinco personas de su entorno. Destacó que disponía de arma de fogueo por si, de ser atacado, debía intimidar y ha insistido ante el tribunal de la Sección VI que esa tarde a quien querían matar era a su cliente. “No hay arma ni víctima, fueron a matar a Abdel y fallaron”, ha sentenciado.
La Sala ha dejado el caso visto para sentencia.