Conforme al Derecho Internacional, Ucrania, es un estado independiente, libre y soberano. Situado al Este de Europa, tiene fronteras con otros siete países: Rusia, Bielorusia, Polonia, Eslovaquia, Rumania, Hungría y Moldavia. Al Norte, es una región boscosa con numerosos lagos. Al Sur, limita con los mares Negro y de Azov.
El país agresor es Rusia, el agredido Ucrania. El conflicto armado no sólo viene de ahora, trae ya causa de 2014, cuando Rusia la intervino, con ocasión de celebrarse una especie de referéndum ucraniano simulado, manipulado y teledirigido por Rusia el 11-03-2014. Los pro rusos, del que entonces era territorio de la República Autónoma de Crimea, perteneciente a Ucrania, obtuvieron 78 de los 81 escaños posibles, a favor de crear la República independiente de Crimea. Un día después del referéndum, Crimea se erigía en estado independiente, únicamente reconocido por Rusia, federándose con esta última. Y el 18-03-2014, Crimea y Rusia firmaron un acuerdo de anexión de Crimea y Sebastopol, sometiéndose ambos territorios a la soberanía rusa. Pero Crimea, no fue reconocida por Ucrania como estado independiente, ni por la comunidad internacional, sino que el 15 de abril siguiente, el Consejo Supremo del Parlamento ucraniano aprobó, por 228 de 450 votos, que la República de Crimea, con Sebastopol, son "territorios inalienables" ucranianos.
Desde entonces, la ONU ha venido denunciando "múltiples y graves" violaciones de los derechos humanos en Crimea, la península de Ucrania que fue se anexionó Rusia ilegalmente Un informe de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas denuncia detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas e incluso ejecuciones extrajudiciales. El texto formula recomendaciones al Gobierno ruso, instándole a que respete sus obligaciones como potencia ocupante. También critica el impacto que ha tenido la imposición de la nacionalidad rusa a los habitantes.
"El país agresor es Rusia, el agredido Ucrania. El conflicto armado no sólo viene de ahora, trae ya causa de 2014, cuando Rusia la intervino, con ocasión de celebrarse una especie de referéndum ucraniano simulado, manipulado y teledirigido por Rusia el 11-03-2014"
Lo ONU declaró: "Hemos documentado denuncias creíbles de graves violaciones de los derechos humanos cometidos por formaciones paramilitares [grupos de autodefensa de Crimea], así como por la Policía y el Servicio Federal de Seguridad de Rusia". Tanto la Misión de Observación de Derechos Humanos en Ucrania como el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra, fueron muy críticos en dicho informe, denunciando que los empleados públicos se vieron obligados a renunciar a su nacionalidad ucraniana, a sus empleos y también la mala situación en que quedaron los que no cumplían los criterios para obtener el pasaporte ruso, así como aquellos que rechazaron formalmente esta nacionalidad, alrededor de 19.000 personas, principalmente funcionarios ucranianos bajo el gobierno de Rusia,
Se citan varios casos documentados por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en 2016, cuando presuntos activistas pro ucranianos fueron obligados por los oficiales del FSB a confesar falsos crímenes relacionados con el terrorismo mediante la tortura con elementos de violencia sexual. El documento acusa a agentes rusos de "múltiples y graves violaciones" cometidas de forma impune. Además de detenciones de muchos ciudadanos anónimos que se opusieron a la anexión de Crimea. Cientos de presos y detenidos han sido transferidos a Rusia, pese a que esta práctica está estrictamente prohibida por el derecho humanitario internacional.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha aprobado una resolución por la que se creará una comisión independiente de expertos para investigar las violaciones de derechos humanos perpetradas por Rusia en su agresión a Ucrania, que según Kiev constituyen crímenes de guerra y contra la humanidad. La resolución del Consejo, formado por 47 países, ha sido aprobada con 32 votos a favor, 13 abstenciones (entre ellas las de China, Cuba y Venezuela) y dos votos en contra (Rusia y Eritrea). Y, según la agencia EFE, el Tribunal Internacional de las Naciones Unidas ya ha iniciado las audiencias de la demanda de Ucrania contra Rusia, para el total esclarecimiento de los hechos denunciados.
El gobierno ucraniano acusa al gobierno ruso de haber cometido un genocidio en su ataque contra el país. En un comunicado en las redes sociales, el ministerio de Defensa de Ucrania ha anunciado que hacen un llamamiento a la Corte de la ONU para que inste a Rusia a detener «inmediatamente» las acciones militares en Ucrania y garantizar el libre ejercicio de los derechos civiles de la población. Ucrania argumenta que Rusia viola el derecho internacional, la Convención de 1948 para la Prevención y el Castigo del Delito de Genocidio, y otros tratados internacionales e igualmente está prohibido por el Derecho Internacional de protección de los derechos humanos.
Entre los delitos cometidos por Rusia en Ucrania, están, supuestamente: Organizar mediante acuerdo corredores humanitarios para después no respetarlos y bombardearlos con efectos dramáticos; forzar a los refugiados a tomar tales corredores con el camino obligado hacia Rusia, sin quererlo, torturándoles en algunos casos; enterramiento en fosas comunes de muertos producidos en combate por parte de los rusos; bombardeo de centros infantiles, orfanatos y hospitales en general, a sabiendas de que estaban ocupados por niños menores y enfermos, todos indefensos y desvalidos, sembrando el pánico entre sollozos y rompiéndoles sus vidas, separándoles de sus padres y otras veces utilizándolos como escudos humanos frente a las tropas ucranianas.
Forzando el desplazamiento de más de 2.600.000 refugiados (al tiempo que escribo) que van huyendo de la guerra, produciendo el éxodo masivo de mujeres, ancianos, discapacitados, niños que han de llevar sus madres a cuesta, rompiéndoles a todos su entorno familiar, sus medios de vidas, las propias vidas, la separación forzada de sus seres queridos, sembrando gran alarma social entre la población civil que huye despavorida y como locos deambulando sin saber dónde refugiarse, llorando, gritando y clamando por sus familiares; todo ello en contra de los dispuesto en la Carta de las Naciones Unidas.
Ello ha dado lugar a que el fiscal jefe de la Corte Internacional sobre vulneraciones de derechos humanos haya incoado diligencias para que se lleve a cabo una exhaustiva investigación sobre ilícitos penales, con el objetivo de depurar posibles responsabilidades por presuntos crímenes de guerra, habida cuenta de que al tiempo de ordenar tal investigación ya se tenían noticias de las muertes de, al menos, 19 niños y 31 heridos, de los que cuando escribo van ya más de cien niños muertos, y cuando este artículo vea la luz posiblemente alcancen ya a cientos de fallecidos por los efectos directos y colaterales de la guerra.
"Entre los delitos cometidos por Rusia en Ucrania, están, supuestamente: organizar mediante acuerdo corredores humanitarios para después no respetarlos y bombardearlos con efectos dramáticos; forzar a los refugiados a tomar tales corredores con el camino obligado hacia Rusia"
Asimismo, bombardeo, ocupación y manipulando centrales nucleares en el país atacadas, como la de Zaporiyia de Ucrania, con enorme peligro de producir lluvia radiactiva por fugas, contaminación, incluso existiendo indicios racionales fundados de que puedan estarse empleando armas químicas en algunos casos, que vulnerarían los tratados internacionales, en tanto en cuanto el Derecho Internacional impone a todos los estados la obligación ineludible de proteger a los niños y a la población civil de toda violencia física.
Como el mundo entero ha podido ver, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, sin aparente motivo ni razón que puedan mínimamente justificarlo, ni resulten razonables, ni objetivos, una noche parece haberse despertado soñando con la guerra y al día siguiente se le "hincharon las narices" y, por su propia cuenta y riesgo, decide perpetrar una terrorífica agresión armada a un país vecino, con muy reducida capacidad de defensa.
Todo, porque un político alocado, inspirador, promotor, actor y artífice principal de esta guerra, quiere presumir de ser el "gallito de corral" del mundo; sin jamás reparar en que nos tiene a todo el mundo en vilo, trastocando el mismo orden mundial y llevándonos al precipicio de una alocada tercera guerra mundial, sólo porque a él le da su real gana, "caiga quien caiga y bombas al cañón"; con la cantidad de miserias, destrucciones, sufrimientos y penalidades que todo ello lleva aparejado en todo un siglo XXI, en medio del sofisticado y mortífero armamento de todas clases con que hoy se cuenta, con tan enorme poder de destrucción e incluso de desaparición de millones de seres humanos, como sucedió en las dos guerras mundiales anteriores.
Este artículo lo escribo alejado de toda sospecha política, de la que nada sé ni entiendo; sino ideado teniendo en cuenta el Derecho Internacional, la situación de pánico que se vive hoy en Ucrania, más el raciocinio y el sentido común de ver la tragedia de cómo sufre y pena un pequeño país europeo con una población que se desangra y muere a mano atroz y cruel de otra potencia de las más grandes del mundo, como si su mayor gesta fuera ser fuerte frente a los débiles. Me considero con la obligación ética y moral de denunciarlo públicamente con las dos únicas armas de lucha que tengo por la paz y la convivencia, que son mi pluma y el derecho, las dos pocas cosas de las que algo estoy obligado a saber. Clamo cordura, sensatez, juicio sereno y ponderado, para que, cuanto antes, ¡ya!, en el mundo reine la paz y la convivencia, poniéndose fin a tan inútil y cruenta guerra. ¡Basta ya de autócratas sueltos por el mundo!.