Un viaje en familia que se ha convertido en una
acción solidaria. Un pequeño grano de arena fruto de la casualidad y de la empatía de dos hermanas de Ceuta. Chaima Mahfoud ayuda a una
familia siria nueva en
Tetuán a tratar de vivir en unas condiciones más favorables que actualmente no tienen.
El precio de dejar el hogar que los vio nacer ha sido empezar de cero y lo que ello supone. Rawad, Walad y Hayar son los tres miembros de la familia a la que la ceutí apoya con colaboración ciudadana. Viven en la ciudad del país vecino en unas condiciones infrahumanas, tal y como advierte Mahfoud. De hecho, le han enviado una foto reciente sentados en la calle. Ella reconoce la ropa y es la misma que llevaban puesta cuando los conoció. Chaima caminaba junto a su familia por las calles de Tetuán. Cerca del palacio que tiene el rey Mohamed VI en la ciudad, por sus callejuelas colindantes, los vio por primera vez. El llanto de la pequeña Hayar, la hija de dos años de la pareja, llamó su atención. Pasó de largo, pero en ese momento se fijó como propósito localizarlos de regreso en su paseo para darle alguna limosna. Sin embargo, su objetivo se vio frustrado al no volver a verlos. Casualmente, el destino quiso que se encontraran para unir, de forma accidental, sus vidas. La pareja compraba en una panadería cuando Chaima entró. Decidió darles algo de dinero. Sobreviven al día a día como pueden con el par de dírhams que los vecinos de la ciudad les dan. Al salir del establecimiento la mujer se vio sorprendida al ver tras ella a la familia para pedirle ayuda. Ellos contaron que lo habían dejado todo atrás. Su gente y su casa. Su vida tal y como la conocían. “Les dije que iba a intentar ayudarlos en lo que pudiera”, comenta.
Poco se sabe de su historia, pero dejaron atrás su hogar y a todos sus familiares
Chaima no pudo evitar empatizar con la situación ya que ella siente este sentimiento
hacia las personas que viven en Siria por la situación en la que se encuentran. “Me tocó”, expresa. “Ya sabemos cómo está Siria”, explica. Él no ha querido dar muchos detalles de este capítulo anterior de su vida. “Me contó su situación. Solo que dejó su casa y su familia en el país y que viven en Tetuán en una vivienda infrahumana. Hasta nos enseñó el pasaporte”, concluye. Durante una comida familiar comenzaron a pensar qué podrían hacer. Ella y su hermana idearon en aquel momento una publicación en redes sociales para pedirle ayuda a otros ceutíes. La idea es recaudar ropa y pañales para hacer un poco más fácil la vida de estas tres personas. A pesar de sus buenas intenciones y esfuerzos, desafortunadamente solo han logrado de momento dos bolsas. Este domingo Chaima volverá a Marruecos y llevará en su vehículo las prendas donadas para entregarlas a la familia. Sin embargo, sí se han sumado más vecinos de la ciudad marroquí a la causa ante el anuncio en redes sociales. El pueblo de Tetuán también se ha volcado con ellos. Tratan, como pueden, de ayudarlos en el día a día e incluso uno de ellos los llevó a la peluquería en pro de su bienestar. “Nada es suficiente para esas personas. El que quiera ayudar, que ponga su granito de arena”, concluye. No se sabe si esta unión entre las dos familias, una en Tetuán y otra en Ceuta, es fruto de la casualidad o el destino. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que se trata de un gesto minúsculo que, en realidad, está lleno de grandeza y humanidad.
“Necesitan ayuda. Viven en una casa infrahumana en Tetuán”
La idea de pedir ayuda en redes sociales ha hecho que tres personas en la ciudad decidan recaudar ropa para la familia. Han logrado solo dos bolsas, pero el propósito de Chaima, es, en la medida de lo posible, apoyarlos. “Estoy intentando ayudarlos poco a poco”, expresa. Su padre incluso colabora para que su hija pueda comunicarse mejor con Rawad, el hombre. La joven considera que estas personas necesitan de la ayuda y de la solidaridad de otras pero que, ellas, no quieren hacer sentir a nadie obligado a hacer su contribución. El empeño de recopilar prendas también se debe en parte a la proximidad de la fiesta del final de Ramadán, por lo que le gustaría que las recaudaciones aumenten un poco más. Es esa la razón por la que espera que todo el que lo desee colabore de forma altruista con ella y su hermana, que ha pedido no revelar su nombre. “Necesitan ayuda. Están viviendo en una casa infrahumana”, explica. Todo aquel que quiera contribuir y apoyar a esta familia llegada desde Siria puede contactar con Chaima a través de su Facebook.