Vida al límite

Estoy dentro de una burbuja, ella me protege de todo el exterior. Veo como me intentan intimidar a través de las miradas, o quizás sea asegurarse que estoy dentro y que me estoy empapando de todo lo que está haciendo.

Son unas incógnitas tan grandes, como ganas de salir de ella.

Pero no saben que yo deseo estar con él, pero por prevención hacia mi salud, no puedo estar junto a él y estar en una libertad coartada por algo que me dicen: “Es bueno para ti”.

Pero mis adentros desean gozar de algo que yo le digo exploración.

Conocer a aquel hombre, saber qué es lo que piensa, desea, tiene dentro de él, para poder estar en el exterior y poder hacer lo que le dé en caga.

Yo mientras solo puedo verles, y en mi mundo deseo comunicarme con todos ellos.

Me dan libros y los leo. Me gustan los de aventuras, donde estoy en otros sitios, otras estancias, no las que conozco ahora.

Esos colores diferentes, esas personas que tienen tantos poderes, en especial la libertad, de poder escoger estar donde deseen.

Pero estoy aquí, buscando una explicación de por qué me ha tocado estar aquí, viendo un exterior que deseo, pero que no puedo estar allí.

"Dicen que dormir evita muchas tentaciones y aunque las tuve fueron mis decisiones, ya que pensar en algo diferente nos hacen no estar dentro de las casillas"

Dicen que dormir evita muchas tentaciones y aunque las tuve fueron mis decisiones, ya que pensar en algo diferente nos hacen no estar dentro de las casillas. Y las mías eran un puzzle que ni yo ahora era capaz de resolver.

Pregunto a mi entorno, les digo por favor no me apartéis, sin embargo llegó la hora de las eternas pastillas que me hacen dormitar y levitar en una nube tan bonita que cuando me dicen: "Vamos a dar una vuelta", yo la doy colocándome en la cama para el otro costado.

Si ronco, yo no me doy cuenta, solo los míos que me dicen: "Vente a dar un ruleo".

Mi mente durante unos segundos piensa en esa frase y nuevamente se evade de una realidad que no es comprendida.

¡Dejadme por favor!, deseo ser libre dentro de mi enjambre, metido en mis noches donde vuelo libremente dentro de mi yo intenso, soy feliz, y aunque no lo comprendéis estoy con vosotros, aunque aislado en la incomprensión de un ímpetu de desear algo incomprendido en mi mente.

Será por mis principios o ideas preconcebidas.

Son mías y nadie puede decir lo que yo deseo.

Mi vida es mía y de nadie más.

¡Dejadme por favor!

Deseo vivir así y solo lo puedo comprender yo.