La mujer de 41 años que fue víctima esta semana de dos disparos efectuados por su marido, agente de la Guardia Civil que después se quitó la vida, prestó ayer declaración en el juzgado tras hacer lo propio, el viernes por la tarde, en sede policial, siguiéndose así el protocolo establecido en este tipo de procedimientos. La declaración se hizo
en calidad de víctima ante el titular del juzgado de instrucción número 3, que era el que está de guardia, y que se inhibe al número 4, que es el que asume de manera específica los asuntos de violencia de género y por tanto llevará el caso.
Ante su señoría declaró cómo se habían producido los hechos, así como datos sobre la relación que mantenía con el agente fallecido.
Explicó el momento en que sufrió los disparos que le alcanzaron en los muslos y cómo después, tras abandonar el domicilio de Los Rosales pidiendo ayuda, este se disparó. Así lo encontraría dentro de la vivienda la propia
Policía Nacional, junto al hijo menor de la pareja.
La cantidad de informaciones falsas que se están difundiendo en redes sociales así como los comentarios infundados vertidos también por este canal han sido puestos en conocimiento del ámbito judicial. Se ha llegado a dudar hasta de que la víctima recibiera dos disparos de bala e incluso se ha divulgado información falsa sobre informes forenses además de otro tipo de detalles que obran en conocimiento del ámbito judicial para actuar en consecuencia. La mujer ha prestado declaración tanto en sede policial como judicial siempre en calidad de víctima y el asunto se sigue por tanto como un caso de violencia de género, tal y como lo catalogó la Policía el mismo miércoles del suceso. Esto ocurría el mismo día en que unas
200 personas se concentraban en la plaza de los Reyes al grito de ‘justicia’ y ‘ni uno menos’, en recuerdo del agente de la Guardia Civil, cita a la que asistieron algunos de sus hermanos.
Yusef, uno de los mejores amigos del agente, hizo un llamamiento a las instituciones políticas y legisladores sobre la violencia de género pidiendo que se hagan cambios. “Deben de rectificar la ley, no se puede tratar solo a las mujeres. Yo estoy a favor de la igualdad pero hay hombres que también sufren en silencio. Lo que no puede ser es que un hombre denuncie y no se le haga caso”, dijo.
Laila Tenorio, una de las promotoras de esta concentración y amiga de Brahim desde la infancia dijo respecto de los disparos que “no existe justificación para ningún tipo de maltrato ni agresión en absoluto, contra la violencia: cero” pero llegó a advertir que no tenía “tan claro, y es mi opinión personal, que él disparara a esta chica. No me entra en la cabeza que una persona que ha recibido dos disparos en cada muslo haya salido por su propio pie y caminando, no me entra en la cabeza”, dijo, reclamando una investigación.
“Quien conocía a Brahim sabe que era noble y simpática, con una sonrisa en la boca, que huía de su exmujer porque quería separarse de ella. Él vivía en Ceuta y ella en Marruecos. Ese hombre si terminó con su vida es porque no podía más, que ojalá que no lo hubiera hecho”. Los familiares pidieron que no se le llamara maltratador.