Las ocho clínicas veterinarias de Ceuta echarán este martes la persiana parte del día desde las 11.00 horas para protestar por un decreto que tiene en un ‘sinvivir’ a la profesión en una ciudad donde hay una mascota por cada nueve habitantes y cientos de gatos sin registrar.
El Real Decreto 666/2023 entró en vigor el 2 de enero limitando el tratamiento con antibióticos y poniendo en grave peligro a las mascotas caballas con sus indicaciones sobre la prescripción, dispensación y uso de los medicamentos veterinarios.
Todo ello, acompañado de multas “desorbitadas” para quienes no cumplan las reglas, aunque sea para salvar la vida de un animal.
Son muchas las razones por las que los veterinarios de Ceuta están en contra de esta normativa de distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios, aunque una de las más destacadas es que para poder dar medicamentos es imprescindible que la mascota lleve microchip. Algo, que deja en la estacada a todos aquellos animales sin esta identificación.
“Los veterinarios de Ceuta queremos mostrar nuestro absoluto desacuerdo con una legislación que nos afecta profundamente en el desarrollo de nuestras funciones. La forma en que han legislado va a resultar catastrófica para el uso habitual de nuestra profesión”, expresa Alfonso Morey.
Para el veterinario, que lleva casi 25 años con su clínica en la ciudad, hay cosas que van en contra del código deontológico: “En nuestra carrera nos inculcaron que nuestra misión es salvar vidas. Si viene un animal sin microchip, ¿hay que dejarlo morir? Va en contra de nuestra ética y dudo muchísimo que esto pueda ser legal; tener los medios y no aplicarlos”, reflexiona.
Según el profesional, además, a partir de ahora los antibióticos se dividen en cuatro grupos y su prescripción va ligada a un estricto protocolo: “Si llega un animal enfermo, aunque por experiencia le podríamos un tratamiento, tenemos que aplicar el del grupo indicado emplazando al dueño a volver en diez días. Al cabo de este tiempo, podremos pasar al siguiente grupo y volver a esperar otros diez días con el grado de insatisfacción y peligro que esto conlleva”.
Morey explica que transcurridos estos veinte días se podría ya recetar el antibiótico adecuado, pero habría que hacer antes un test de sensibilidad, mandarlo a un laboratorio y esperar resultados.
“Nuestra experiencia de años debería de pesar, sabemos lo que tenemos y lo que no tenemos que usar y, evidentemente, cuando recetamos algo es porque es necesario”, concreta.
Este nuevo proceder traerá consigo, además, un incremento de los precios de las consultas ya que, según el veterinario, si antes veían a doce animales al día, ahora solo les dará tiempo a seis: “Los veremos peor; no los vamos a curar y, encima, las tarifas se van a encarecer”, lamenta.
Esta normativa afecta especialmente a las colonias de gatos de la ciudad, que tendrán que afrontar “un gasto imposible de asumir”.
En este sentido, la coordinadora y secretaria de Comunidad Gatuna, Oliva Guerrero, es tajante: “Vamos a protestar lo que sea necesario para que esta normativa cambie”, apunta, señalando las esperas de los cultivos como el mayor de los problemas y el tema económico como “inasumible”.
A todo este panorama se suman las multas de hasta 120.000 euros que pueden recaer sobre aquellos veterinarios que decidan saltarse la normativa. “Muchos compañeros están planteándose incluyo cerrar su clínica y tomar otro camino profesional”, alerta.
Las claves
Protesta
Por el Real Decreto
Las ocho clínicas veterinarias de Ceuta echarán este martes la persiana parte del día desde las 11.00 horas para protestar por un decreto que tiene en un ‘sinvivir’ a la profesión en una ciudad donde hay una mascota por cada nueve habitantes y cientos de gatos sin registrar.
¿Afrontar el gasto?
Gatos comunitarios
Esta normativa afecta especialmente a las colonias de gatos de la ciudad, que tendrán que afrontar “un gasto imposible de asumir”. Oliva Guerrero, de Comunidad Gatuna, apunta, señalando las esperas de los cultivos como el mayor de los problemas y el tema económico como “inasumible”.
Cuanta mas comida se suministre a las colonias de gatos, tanto a las controladas como a las no controladas, mas gatos tendremos. Los animales en épocas de abundancia tienen mas crías, por el contrario si disminuyen los alimentos disminuye el numero de hembras preñadas. Así que gasten menos en comida y conseguiremos que un gasto imposible de asumir sea mas asumible. Lo que estamos haciendo es criar gatos, no controlar el numero de gatos.