Para hacer frente de manera eficaz a los desafíos que plantea la pandemia de Covid-19, muchos gobiernos de todo el mundo han adoptado medidas restrictivas para cancelar las actividades no esenciales.
En este contexto, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Asociación Mundial Veterinaria (AMV), en un comunicado conjunto, abogan por que las actividades específicas de los Servicios Veterinarios sean consideradas como actividades esenciales y destacan los roles y responsabilidades de la profesión veterinaria en materia de salud pública, con especial hincapié en las actividades veterinarias específicas que son fundamentales para garantizar la continuidad en la inocuidad de los alimentos, la prevención de enfermedades y la gestión de emergencias.
Y es que recuerdan que los veterinarios son una parte integral de la comunidad sanitaria mundial. Además de las actividades relacionadas con la salud y el bienestar de los animales, cumplen un rol fundamental en la prevención y la gestión de las enfermedades, incluidas aquellas transmisibles a los humanos, y para garantizar la seguridad alimentaria en las poblaciones.
Los centros asistenciales veterinarios de Ceuta han tenido que sumarse a este carácter esencial que los ha mantenido abiertos mientras prácticamente toda la actividad de la ciudad se paralizaba. la clínica veterinaria Reinoso es una de ellos. Gabriela Larrea y Nabila Ahmed, veterinarias del centro; y Gema Sánchez, ATV del mismo, han mantenido su rutina durante todo este tiempo en el que el país ha parado, eso sí, incrementando unos protocolos sanitarios que ya de por sí eran estrictos.
“Solo se ha permitido una persona con su mascota en consulta, realizando las esperas de los clientes en la puerta, cumpliendo las distancias de seguridad, que se han mantenido entre el personal y los clientes, a los que se recomendaba, además asistir con mascarillas a las consultas” afirma Gabriela Larrea.
La noticia de que su actividad fue considerada esencial fue por una comunicación del Colegio de Veterinarios. Larrea tenía muy claro que su actividad sería considerada como indispensable al estar enmarcada dentro de lo sanitario. “Dentro de las normativa del estado de alarma, el tipo de consultas que podíamos realizar eran las estrictamente urgente, posponiendo las que se podían posponer como vacunaciones, castraciones”, afirma Ahmed. “Los dueños de las mascotas no tenían muy claro qué tipo de actuaciones eran las urgentes y han venido para cortes de uñas, vacunaciones” continúa.
“En cirugía sí que hemos mentidero las operaciones urgentes, aquellas intervenciones que no podían tener demora, pero en el día a día si que se han llevado a cabo trabajos de debían esperar por el estado en el que nos encontrábamos, no ha sido así. Avisamos a través de redes sociales y en cartelería en la propia clínica que solo serían atendidas consultas urgentes y siempre con cita previa” asevera Larrea. “Entiendo que para cualquier persona, lo que le ocurra a su mascota es urgente”, asevera. de hecho, en clínica veterinaria Reinoso han mantenido el volumen de consultas habitual en comparación con el periodo anterior al inicio de la pandemia.
Como veterinarias, Nabila Ahmed y Gabriela Larrea, están extrañamente asombradas de que no haya ningún colega en el comité de expertos del Gobierno, pues los veterinarios están más que acostumbrados a tratar epidemias en los animales: “De hecho el Covid 19 proviene de animales, y siempre se tiene que ver la causa y la epidemiología de enfermedad, y en esta investigación se debió contar desde un inicio con los veterinarios. Ahora han solventado esa ausencia con la inclusión de un veterinario, además de reconocido prestigio, Juan José Badiola, en el comité de expertos” afirman Nabila y Gabriela. “La medicina veterinaria no abarca sólo clínica, abarca el tratamiento animal con el objetivo fundamental de la salud humana; nos ha sorprendido mucho que no se contara con compañeros que están especializados en esa área”, secunda Gabriela, que resalta la importancia de la epidemiología como aspecto fundamental en esta pandemia.
Al hilo del coronavirus y los animales, las veterinarias resaltan que no se ha podido demostrar que los animales contagien a los humanos, estando probado el proceso a la inversa: de humanos a animales, gatos o felinos de forma más concreta, como se ha podido saber hace unos días por las noticias. “La enfermedad no se reproduce en el animal, solo se mantienen en las fosas nasales, no tienen síntomas ni padecimiento de la enfermedad. No al desarrollan. Además, los gatos tienen sus propios coronavirus, la peritonitis infecciosa felina es uno de ellos” afirma Nabila Ahmed. “Es cierto que ha habido periodismo alarmista en algunos casos, dando por hecho que el gato de Madrid del que hablaban las noticias había muerto por coronavirus y los mismo compañeros que lo atendieron confirmaron que falleció por otras causas congénitas. El animal convivía con dos personas positivas en coronavirus, pero el animal veía con un problema congénito de corazón, que ha sido el causante de su muerte. Los tigres del zoo de Nueva York también fueron contagiados por sus cuidadores. En gatos no hay evidencias científicas del traslado del virus de gatos a humanos”, asevera Gabriela Larrea con determinación.
“Creemos que las medidas estipuladas se mantendrán un buen tiempo en previsión de que pueda haber algún rebrote de la enfermedad, afirma Ahmed, “además con el inicio de la campaña antirrábica, aumentará aún más la afluencia de personas a las clínicas por lo que mantendremos, aún más, la medidas de seguridad. Mejor prevenir”, finaliza Larrea.