En la barriada de Los Rosales de Ceuta, específicamente en el portón 33, hay unas 14 familias preocupadas por la gran cantidad de desperdicios que los rodean, un problema que ha generado otro: la presencia de insectos y roedores que ponen en riesgo la salud de todos, en especial de los más pequeños y de los mayores. Si bien señalan que no es un tema nuevo en la zona, destacan que ha empeorado considerablemente en los últimos meses, lo que los lleva a continuar denunciando el problema las veces que sea necesario, hasta que se haga algo al respecto. “Donde está el portón 33, donde está la farmacia, bajando los escalones, a mano izquierda, ahí hay un montecito en el que hay estiércol, hay basura, hay boquetes y agujeros de donde salen ratas y por la zona de atrás también”, relata una de las afectadas, señalando además que tienen meses haciendo reclamos sin ninguna respuesta. Los vecinos también se refieren a
la situación general de la barriada, asegurando que no es “digna”, destacando el vergonzoso estado en el que se encuentra. “Está llena de orina de perro y de gatos”. Asimismo, se quejan de un servicio de limpieza que no pasa por todas partes, “porque por aquí nadie se acerca”, refiriéndose al portón 33 y sus alrededores.
Todos los que viven en el mismo edificio comparten la misma queja y la preocupación aumenta cada día que pasa. “Esta no es una zona digna para vivir, no se puede estar en la calle”. Piden que se arreglen los grandes huecos que hay por donde tienen que caminar, para evitar que algún vecino se caiga y se lastime. Aunque insisten en que el principal inconveniente es el de los desperdicios y que es tan grave que el olor que se genera debido a la acumulación de basura es insoportable. “Hay personas que son alérgicas y asmáticas, además las moscas y todo tipo de insectos entran a las casas y causan problemas en la piel”. Ante la situación, algunos de los vecinos tienen que limpiar ellos mismos, por lo que exigen que haya una pronta solución. “Tiran muebles, hay vecinos de otros portones o de donde sea que tiran muebles ahí, tiran camas”, es una de las quejas, además la crítica a “personas irresponsables” que llevan a sus mascotas a hacer sus necesidades y que no recogen los excrementos. “No podemos levantar ni las ventanas”, comentan. Recalcan que han hecho unas cuantas reclamaciones por escrito, algo que también ha hecho el presidente de la barriada, pero han sido peticiones en vano, pues nadie les ha prestado atención a la fecha. “No nos dan ninguna respuesta”, lamentan. Piden a los
operarios de Trace que pasen también por esa zona, comentando que ellos no pueden seguir viviendo en esas condiciones. “Pasan por La Reina, pasan por las otras zonas de Los Rosales, pero por el portón 33 no pasan”.