Es sabido el casi nulo interés que provocan entre la ciudadanía los Plenos de nuestro Ayuntamiento. Esa falta de interés puede ser comprensible en los Plenos ordinarios, ya que estos suelen ser pesados, monótonos y farragosos. Es una de las consecuencias de las mayorías “absolutistas”: Que dejan el perfil político muy bajo. Pero si hay un Pleno que debería escapar a esa mediocridad, ése es el llamado “DEBATE DEL ESTADO DE LA CIUDAD” que se produce una vez al año, y en el que tanto el Gobierno como la Oposición se “visten” con sus mejores galas, y los unos intentan transmitir que la botella está medio llena, y los otros que está medio vacía. La triste sensación que nos queda a los demás es que ni siquiera hay botella.
La pasada semana se produjo el último de la presente legislatura. Razón añadida (la de que era el último, y por tanto una suerte de examen final) para que todos, Gobierno y Oposición, echaran el resto. Es de suponer que es lo que hicieron, aunque si lo visto y oído es todo el arsenal político de que disponen, se entiende la falta de interés de la ciudadanía. Y la verdad es que fue todo un espectáculo, por lo ridículo y deprimente de las intervenciones. Afortunadamente para nuestros políticos, no hay sondeos de opinión (de esos que tanto le gustan al P.P. local) sobre la nota que recibirían aquellos tras el debate. Les daría vergüenza política, si la tuvieran.
En las últimas elecciones autonómicas, la ciudadanía dio al P.P. (¿al P.P.? tengo mis dudas, visto el nivel) una mayoría tan abrumadora, que sus políticos se lo han acabado por creer. Pecan de exceso de prepotencia, y molestan sus indisimuladas sonrisas de autosuficiencia en los turnos de palabra de la Oposición. Parece como si pretendieran humillar al adversario al que consideran derrotado antes de empezar. Y ésta, la Oposición, recibió en su momento tal castigo vía urnas que se les nota que adolecen de falta de recursos. Da la impresión de que sus portavoces piden “perdón por las molestias” cuando les llega el turno de palabra.
Es difícil alcanzar tan bajo nivel político. Y para muestra, un botón. Recurrir al recurso fácil de que “Sra. Ramírez: si tanta admiración le produce el progreso que se ha producido en Castillejos, váyase a vivir allí y desarrolle su carrera política en Marruecos” (portavoz del Gobierno dixit), escapa a cualquier calificativo, y la portavoz del PSOE, a quien iba dirigida la “invitación”, se bloqueó literalmente (lástima de ocasión perdida para haberse lucido políticamente). En cualquier caso, si hubiera nobleza política, la Sra. Bel debería disculparse por lo dicho. Además de que sabe que no necesita recurrir a golpes bajos: le sobran preparación (es una de las pocas que se salva de la mediocridad)…. y votos.
Sabemos que en Ceuta hay personas sobradamente preparadas para representarnos, para debatir sobre “la cosa pública”. Sin llegar al nivel del irrepetible D. Emilio Castelar, superar a nuestros políticos actuales no parece difícil. Provocan vergüenza ajena.