L o último que debe perder un país es la dignidad y el orgullo y en este caso por desgracia ha sido así, pues está visto que algunos han conseguido en una sola jornada lo que llevaban mucho tiempo intentando desbaratar, esto es, el tema de los barcos rusos y su avituallamiento en nuestra ciudad.
Para muchos era una verdadera ofensa que esto ocurriera y desde el principio pusieron en movimientos todos los medios a su alcance para finiquitar este asunto y como no, tanto ingleses como llanitos - así se denomina a los ocupantes del Peñón de Gibraltar - fijaron su mirada en sus protectores norteamericanos.
¿Pero por qué ahora han empleado toda su artillería diplomática para que esto fuera así? pues sencillamente porque la flota rusa ha utilizado el Canal de la Mancha como ruta para llegar al Mediterráneo para con ello hacerle ver a la OTAN que pueden plantarse frente a las Islas Británicas sin muchos problemas e incluso hacer maniobras navales junto a la costa escocesa, ni más ni menos. Fijándose un poco en el comportamiento de los ingleses no es difícil adivinar que siguen pensándose el verdadero ombligo del mundo, tal afrenta habrá podido superar incluso su flemática actitud ante la vida y dado lo acontecido su ira habrá sido tan directamente proporcional a su impotencia, que han necesitado buscar como fuera un chivo expiatorio sobre el que descargar toda sus flemas. Y claro ahí en medio estaba Ceuta y sus escalas de barcos rusos, y es evidente que pensaron que con los españoles y con Ceuta nos podemos desquitar en este asunto. ¿Y que hace España para defender sus intereses? pues lo de costumbre, absolutamente nada, dada nuestra endémica debilidad potenciada por unos gobiernos débiles y serviles, tan acostumbrados a hacer todo lo que le mandan desde más allá del Atlántico sin rechistar, incluso cuando saben que lo que le ordenan perjudican al país en infinidad de asuntos.
El ministro de Defensa de apellido Morenés, puede que haya sido el peor de todos los ministros del ramo y mira que los hemos tenido malos, por lo menos para los intereses en la defensa de España, seguramente no habrá sido así para los intereses de vete tú a saber quién. La cuestión es que son contadas sus intervenciones y a cuál de ellas más inútil, con lo que esperemos que el cambio producido en el ministerio sirva para algo y se intente remediar un asunto que, como este del avituallamiento de los buques rusos en Ceuta, además de haber dejado a España a la altura del betún, puede perjudicar de manera directa a una ciudad que, sacaba un beneficio muy productivo de la visita de los rusos.
Para ello España debe ser firme en la defensa de sus intereses y defender la posición de Ceuta en este asunto, máxime cuando sabe que los rusos si no lo hacen aquí lo harán en cualquier otro puerto del Mediterráneo, ya sea Malta, Oran, Chipre o el Pireo en Grecia, este último dentro de la OTAN y que en absoluto ha encontrado pegas para recibir a los buques rusos, siendo incluso suministrados por la misma empresa que opera en Gibraltar. Va quedando claro que la cuestión era que no debía ser nuestra ciudad y en ello han jugado un papel fundamental los lobbies gibraltareños, pues Ceuta no está bajo el paraguas de la OTAN y por ende nosotros no le debemos nada a esa organización.
España tiene su derecho a obrar como le plazca en su territorio y además tampoco tiene que dar cuenta de ello a nadie más que a sus ciudadanos, la cuestión es que Inglaterra quiere ser la dueña del Estrecho y además no quiere competencia para hacer y deshacer en la zona, y si se encarta colarnos un submarino nuclear en Gibraltar averiado, aquí todos a callar. Para ello los ingleses son los más chulos, llegando a despachar tan delicado asunto con una nota al ministerio de Exteriores y Defensa y listo. Como digo esperemos que a diferencia del anterior, lo ajeno de la nueva ministra con la industria internacional de armamento haga que su determinación por defender los intereses patrios sea sino contundente al menos mucho más decidida.
El tema es que de una forma u otra a perro flaco todo se le vuelven pulgas y Ceuta como siempre tiene que pagar los platos rotos de los demás, es manifiesto que lo que pensemos o dejemos de pensar pinta menos que una mona, siendo nuestro poder de decisión prácticamente nulo. Si miramos hacia el norte para nuestra expansión económica a través de nuestro puerto, todo son pegas - y no será porque el señor Torrado no está poniendo todo su empeño y esfuerzo en ello -, y si miramos hacia el sur tenemos que estar a expensas de como se levanten ese día los mandamases del otro lado de la frontera. Total que si continuamos por este camino, seguiremos siendo una ciudad al amparo de la subvención y en vez de partidos políticos tendremos ONGs - algunos seguro que felices con ello - para que repartan las migajas que nos mandan desde Europa o Madrid, convirtiéndonos en una cosa así como un Banco de Alimento pero a lo grande.
Para remediar esto es necesario que la nueva ministra pida cuanto antes explicaciones a la Alianza Atlántica de por qué Ceuta no y El Pireo si, en este tema de los barcos rusos todo está aún por explicar. Nosotros no nos vamos a quedar tranquilos hasta recibir respuesta, de hecho le he pedido a nuestro Diputado que presente la correspondiente pregunta en el Congreso con la intención de que se pida una explicación sobre lo acontecido y por añadido se exija una compensación económica por el daño originado a nuestra economía, esperemos que tome en consideración mi petición por ser del interés de Ceuta y de los ceutíes. De igual modo conmino al resto de grupos políticos a que sean unánimes en todo este asunto porque de una cosa no me cabe duda y es que todo esto se ha orquestado desde Gibraltar, principales interesados en ser la única llave con la que se abra o se cierre el Estrecho, y si para ello tienen que perjudicar a la la ciudad de Ceuta pues se hace, para estos no es nada nuevo, solo hay que ver cómo están todos los municipios que rodean a la colonia.