La desaforada manera de atizar a Ben Affleck (sobre todo en su poco expresiva faceta de actor), con saña y alevosía, siempre ha escrito en el rincón más empático de mi cerebro el subtítulo “qué barbaridad, cómo os pasáis con el muchacho”. No es para tanto y, además, se tiende a olvidar que es un tipo muy inteligente, versátil (recordemos que es coguionista de El indomable Will Hunting y director reputado y premiado, con títulos como Adiós, pequeña, adiós o Argo a sus anchas espaldas); incluso como intérprete tiene buenos papeles (ahora mismo me viene a la cabeza uno estupendo en Persiguiendo a Amy, una joya de Kevin Smith). Hasta cuando se ha metido a superhéroe con Daredevil estuvo aceptable, y con el nuevo Batman se sitúa por encima del paupérrimo nivel del global del metraje. Pero llegados a un punto, mi tendencia a ponerme de parte del más débil se diluye en un combinado de ceño fruncido, realidad y sentido común cuando constato el resultado de que Affleck se haya venido tan arriba que dirige, adapta su versión literaria, produce (junto a Leonardo di Caprio) y protagoniza, ahí es nada, esta declaración de amor al genero noir. Bien trazada con ese corte de cine clásico aunque carente de originalidad, lo que provoca mi irritación del proyecto es el constante maná del que se nutre, que va más allá del puro homenaje por lo pretencioso del discurso. Y claro, como diría Don Quijote, con la iglesia se ha topado. Más que con la iglesia (sí, con i minúscula), con lo que se ha topado el realizador es con una catedral, porque justo eso es lo que supone la trilogía de El Padrino a la que tanto mira esta película, el gran templo del género, y pretender siquiera parecerse es como intentar profanarlo. Los guiños a la familia Corleone, las escenas, las situaciones narrativas, algunos fotogramas, todo ello nos hace recordar mientras somos cómplices de este entramado criminal que Affleck sabe dónde y cómo situar una cámara, pero carece de un criterio propio rotundo a la hora de contar historias.
Con todo, incluyendo un elenco de rutilantes secundarios, la acción ambientada en los años veinte de Estados Unidos, durante la “ley seca”, centrada en un protagonista algo descafeinado cuyo viaje vital transita la senda de la violencia y la delincuencia, se antoja de visionado agradecido y nos mantiene si no en vilo, sí instalados en buenas cotas de interés.
Es por todo lo mencionado que se siente uno raro uniéndose a la turba y arrojando tomates a este Ben Affleck siempre maltratado, por ser justo en un trabajo que no se puede meter en el saco de los argumentos razonables para pedir su extradición a Saturno, pero es el punto de haber perdido la humildad para callar y centrarse en hacer las cosas lo mejor que se pueda el que ha hecho saltar por los aires ese pensamiento de “dejadle ya, pobrecillo” que solía rondarme. Mi parte más civilizada espera que en sus futuros trabajos nos “reencontremos”...
FICHA TÉCNICA
Dirección: Ben Affleck. País: USA.
Duración: 129 min. Género: Drama, cine negro.
Intérpretes: Ben Affleck, Zoe Saldana, Sienna Miller, Elle Fanning, Chris Cooper, Brendan Gleeson, Remo Girone, Robert Glenister, Matthew Maher, Chris Messina, Miguel J. Pimentel, Anthony Michael Hall, Titus Welliver, Chris Sullivan, Max Casella, Kristen Annese, Larry Eudene, Derek Mears.
Guión: Ben Affleck; basado en la novela de Dennis Lehane.
Puntuación: 6
Email: corleonne76@yahoo.es
El colegio Reina Sofía lleva insistiendo tanto a la Consejería de Educación como a la…
El culturismo siempre ha sido un deporte que ha tenido cabida en nuestra ciudad, pero…
El 23 de noviembre se celebrará un nuevo acto institucional siendo este el 58 aniversario…
Se llama Ibrahim, tiene 16 años, y su familia, natural de Rincón de M’diq (Marruecos),…
Como cada año alrededor de estas fechas, el Banco de Alimentos de Ceuta comienza a organizar su…
La noticia la ha dado a conocer el medio tetouan7.ma, y desvela el traslado de…