Casi 700 kilos de hachís. El 'Sea Horizon III' estaba cargado de droga. Pero aún entraba más. La Policía sospecha que la pretensión de los tres británicos que habían alquilado este velero a una empresa de la península era llenar todos sus huecos de droga, hasta una tonelada, y embarcar después hacia su destino. Era un negocio redondo: atracar en el puerto deportivo, esperar la entrada de mercancía y zarpar. Sin controles, como casi todo lo que sucede en este entorno portuario de donde entran y salen embarcaciones de forma constante.
Durante la mañana de ayer, agentes de la UDYCO continuaron con la operación contra el narcotráfico que habían activado en la noche del viernes,
tal y como adelantó El Faro. De noche habían procedido a la detención de cinco personas, los tres británicos receptores de la droga y los dos ceutíes que se la estaban abasteciendo como meros enlaces de los auténticos dueños de la mercancía. En una inspección inicial encontraron algo más de 200 kilos de hachís. Ayer, tras un registro exhaustivo del velero, se comprobó que las sospechas eran ciertas al ir apareciendo kilos y kilos de droga. El saldo total roza los 700, escondidos en todas las partes de la embarcación. Los agentes estaban ante un velero forrado de narcóticos.
Los detenidos, que contaban con asistencia letrada, estuvieron presentes en el registro llevado a cabo sobre el 'Sea Horizon III' durante algo más de dos horas. Los policías de la UDYCO siguieron hasta el último recoveco, buscaron cualquier resquicio que les llevara a un lote mayor de droga. Ayudados de destornilladores, rebuscaron hasta en los puntos más ocultos y del velero empezaron a sacar bolsas y bolsas cargadas de bloques de hachís. Así hasta el final.
Era curioso cómo alguno de los detenidos invertía las horas en la escenificación de un particular cachondeo a pesar de la constatación de su relación con un delito contra la salud pública. De este son acusados los cinco detenidos, que deberán responder ante la autoridad judicial una vez culmine el trabajo policial.
El objetivo inicial de la UDYCO, que llevaba tiempo investigando este pretendido pase de drogas, era esperar hasta asestar un golpe final con todos los implicados con las esposas puestas y la mercancía decomisada. Hubo que intervenir antes, en la noche del viernes, en plena carga del hachís, para detener a todos: a los dos ceutíes en plena descarga de la droga desde un coche hasta el barco y a los británicos. De no hacerlo quizá la garantía de ese resultado no estaba tan segura ante posibles fugas.
El golpe antidroga se ha cerrado, de momento, con las cinco detenciones, el registro al completo del velero y los casi 700 kilos de droga intervenidos. No obstante la operación no se cierra, de hecho sigue bajo secreto para no entorpecer otros posibles resultados.
El empleo de embarcaciones de recreo como este velero es cada vez más constante para las introducciones de hachís en la península. Se busca pasar inadvertidos entre el grueso de barcos similares que hacen la ruta del Estrecho, aunque en su caso su objetivo final era el pase de drogas. La mercancía está valorada en más de 500.000 euros. Queda por determinar cómo se fraguó esa relación contractual ilícita entre los ingleses y los ceutíes, qué destino tenía el velero, para quién era esa mercancía y si cabía el asentamiento de una mayor relación con otros pases.