Hace un mes que comenzaron las obras en la barriada del Príncipe Alfonso, cerca de los bloques próximos al colegio Reina Sofía. Sin embargo, según comentan los vecinos de la zona, estas todavía permanecen incompletas.
Una situación que preocupa al vecindario de la barriada, quienes han comentado que las reformas “llevan dos semanas paradas” y que hasta la fecha, la única acción que los operarios han llevado a cabo ha sido solamente arreglar las escaleras.
“Esto es un peligro para los niños, ya que están protegidas solo con unas barandillas y pueden provocar un incidente”, comenta a este periódico una ciudadana de la barriada, Nanit Ahmed.
Asimismo, según explica que al tratarse de una zona de uso del vecindario en general, y de juego para los niños en particular, se hace aún más necesarias que las obras concluyan con la máxima brevedad posible, para así evitar cualquier incidente entre los ciudadanos más jóvenes del lugar.
“Esta situación, que en la zona del centro dura apenas unos días, aquí en la barriada del Príncipe, tardan más tiempo en terminarlas”, comenta Ahmed.
Por consiguiente, ante esta situación los vecinos creen que es necesario buscar un equilibrio entre las obras de las barriadas de la periferia, y las llevadas a cabo en el centro. Y más, en las zonas que deben utilizar los niños para evitar, en la medida de lo posible, las comparaciones que den sensación de dejar a un lado, las barriadas ubicadas en las zonas de la periferia de Ceuta.
Llamamiento a la acción
Por este motivo, los vecinos han trasladado a El Faro de Ceuta, sus peticiones a fin de aunar voluntades de unos y de otros, e intentar resolver de una vez, la problemática.
Son varias las veces que los vecinos han mostrado sus demandas por mejorar y agilizar el estado en el que se encuentra esta zona de obras. De ahí, la importancia de encontrar una solución real que mejore dicha situación.
El entorno reclama que haya una solución satisfactoria, sobre todo en cuestiones que no parecen tener en un principio, mayor dificultad. Y, poniendo de su parte, quien tenga que ponerla, buscando el bien común de los ciudadanos. En definitiva, poder solventar la situación y que no se dé pie a quejas que no benefician a nadie, y en particular, a los vecinos del Príncipe, que desean como todo buen vecino, vivir en tranquilidad.
No llevan dos semanas paradas, el último día que trabajaron ahí los operarios fue el 15 de julio, es decir, un mes. Zona de juego de niños y de acceso a las viviendas de personas mayores. Una vergüenza.