Estar en un bloque de
viviendas sin ascensor siempre es un quebradero de cabeza para todas las personas que conviven en este edifico de Ceuta. Esto se acentúa aún más cuando las personas que las habitan son
mayores, algunas en sillas de ruedas, que llevan tres semanas con el ascensor estropeado y lo peor, sin respuesta alguna. Este edificio, de propiedad
militar, está situado en la Avenida España número 1, portal número 6. Los vecinos de estas viviendas no entienden cómo pueden estar 3 semanas ya sin ascensor y que no se vea una pronta solución en el camino. Son 28 viviendas las afectadas en las que, en su mayoría, residen personas mayores con poca movilidad.
Varios vecinos se han puesto en contacto con El Faro para denunciar esta situación que se está prolongando en el tiempo perjudicando a todos los vecinos. Explican que se pusieron en contacto con Invied, que informaron que tenían conocimiento de lo que ocurría, pero que habían hecho un informe y se lo habían mandado a la empresa de electricidad. Según comunicaron a los vecinos de este edifico, la avería se debe a que son viviendas antiguas y tienen poca potencia de luz por lo que el ascensor “no tiene fuerza” para su funcionamiento. Estos vecinos lo entendieron en primera instancia, pero pasada las semanas desconocen la tardanza. “En apenas dos días, la empresa de la electricidad te sube la potencia sin problema alguno, no entendemos que se tarde todo este tiempo sin ningún otro motivo”, añadió una de las afectadas.
La mayoría de los vecinos son personas mayores y llevan todo este tiempo sin salir
Estos vecinos lamentan lo que están sucediendo, ya que hay personas que llevan las 3 semanas sin poder salir de su domicilio al no contar con ascensor. Expresaron que “bastante” tienen con la pandemia que estamos sufriendo y la psicosis que eso es para las personas mayores, para que “encima” no tengan un momento de respiro para poder dar un paseo y tengan que estar encerrados en casa sin poder moverse.
Estos vecinos esperan que con la “denuncia pública” se haga caso a su petición y puedan, de nuevo, hacer vida ‘normal’ en su edificio como llevan haciendo durante más de 30 años.