La familia del vecino del
Príncipe Said A.,
muerto a disparos de una forma brutal este domingo, ha denunciado que desde que se produjeron los hechos no han recibido atención psicológica, una situación que se corrigió a lo largo de la mañana de este martes tras su denuncia. Y eso que a Said, un vecino muy querido en esta barriada de Ceuta, lo mataron en su propia vivienda, delante de más familiares y de sus propios hijos, algunos de muy corta edad como es el caso del más pequeño, de 4 años. Los familiares de Said., que será enterrado este martes en el
cementerio de Sidi Embarek después de que se le realizara la autopsia este mismo lunes, han trasladado a El Faro de Ceuta su queja por esta situación, asombrados de que nadie se haya puesto en contacto con esta unidad familiar, sobre todo para controlar a los menores de edad, que fueron testigos de tan brutal asesinato. Tal y como ha narrado su familia, la víctima recriminó a H.H., autor de los hasta 3 disparos que segaron su vida, que
tuviera un arma de fuego en su poder, hallazgo que provocó que lo echara de casa. Said era un hombre trabajador en una empresa de la construcción y no permitía que hubiera armas de fuego en su hogar, lo que le llevó a instar al homicida a que abandonara la casa, tal y como ha explicado su familia.
Así se produjo el crimen
En ese momento, según la narración de hechos trasladada a este periódico, el detenido abandonó el hogar para después regresar con el arma cargada y disparar contra Said, provocándole tres heridas mortales de necesidad en el cuello y tórax. Aunque lo trasladaron urgentemente al Hospital Universitario en donde ingresó en críticos, nada se pudo hacer para salvar su vida. Tras disparar contra Said delante de varios miembros de la familia que estaban en la casa, arremetió contra el hijo menor del fallecido de 4 años y contra su hermana. “Quería asesinarla pero no pudo”, indica la familia. El pequeño tuvo que ser trasladado al Hospital al presentar heridas causadas en este suceso. Según la familia de Said la intención del homicida después de matar a quien le había reprochado que tuviera una pistola en la casa, era seguir con los demás miembros presentes, sin importarle la presencia de menores. 48 horas después del brutal crimen que han conmocionado a la barriada, los miembros de la familia de Said no habían recibido atención psicológica hasta que hicieron su denuncia. Lo lamentan, sobre todo por los más pequeños del hogar, que se encuentran conmocionados porque han sido testigos de una muerte en estas circunstancias. Los niños han visto cómo mataban al padre. Said ha dejado dos niños y dos niñas. En el momento del suceso además de los pequeños estaban hermanos y familiares directos en el hogar, todos ellos testigos de una situación impactante. Con ninguno de ellos se ha puesto en contacto nadie para atenderlos. “Lo mataron delante de sus hijos”, lamenta la familia, “y no ha venido ni un psicólogo a hablar con nosotros”.
Llamada al 112, algo determinante en estos casos
El director de Protección Civil y Emergencias, Víctor Ríos, ha explicado a este periódico después de difundirse la información sobre lo ocurrido, que cuando se produzca cualquier emergencia se debe llamar al 112, teléfono único desde el que se activa todas las gestiones e informaciones que sirven para coordinar una atención adecuada a víctimas colaterales de este tipo de sucesos, como han sido en este caso los familiares directos de Said, testigos del crimen. Desde el 112 se posibilita que llegue toda la información y de inmediato se activen los medios necesarios. Difícil es que desde la Policía se dé dicha información sobre todo cuando se trata de asuntos bajo investigación que pueden estar bajo secreto de sumario. Desde la Ciudad se ha indicado que ya se han activado los protocolos al ser conocedores de esta queja y recalcan que las fuerzas actuantes son las que, al suceder estos hechos, deben informar a los afectados de la existencia de este servicio.