Lleva un año aguantando esta situación. Ha denunciado en Sanidad, también ha recurrido a la Policía Local, ha mostrado sus quejas ante todas las instancias habidas y por haber... ¿el resultado? Ninguno.
Hortensia, con 82 años y vecina de Claudio Vázquez, tiene que soportar que su patio se quede anegado con aguas fecales, procedentes de cañerías después de que se llevaran a cabo unas obras próximas por parte de Obimace que han repercutido directamente en su hogar.
Está desesperada, por eso ha recurrido a El Faro, para sacar a la luz, como último recurso al que aferrarse, esta situación.
Su hijo ratifica las quejas de su madre. Siempre habían vivido sin problemas hasta la realización de estas obras, que provocaron el desvío de estas aguas residuales y la inutilización de su patio, que soporta unos olores insoportables. La Administración se convierte en un muro ante la queja de los ciudadanos.
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