Este lunes 20 de septiembre es el aniversario de la Legión, una fecha significativa, sobre todo en Ceuta, donde se alistó el primer legionario. Son 101 años de historia que han dejado una huella imborrable en todos aquellos que han formado parte de ella y que lo seguirán siendo el resto de sus vidas.
Con 25 años de servicio, el brigada Antonio González Hernández, está destinado en el Tercio Duque de Alba 2º de la Legión, en la Cuarta Bandera Cristo de Lepanto y, dentro de la Cuarta Bandera, en la Quinta Compañía, que es de Mando y Apoyo. Dice que ser legionario lo es todo para él.
“Es estar en una de las Unidades de Élite del Ejército Español o una de las que tiene más solera, es una unidad legendaria y que ha sabido conjugar todas las virtudes y tradiciones militares del Ejército Español a lo largo de todos los siglos”, afirma.
“Siempre había tenido gran curiosidad por la Legión porque siempre había tenido familiares que habían servido en los Tercios Saharianos y luego mi abuelo me había contado muchas historias de la Guerra Civil y de la Legión, y por eso ya empezó mi gusanillo, y uno de los hermanos de mi madre sirvió en el Tercio Alejandro Farnesio en el Sahara y fue uno de los que más me metió el gusanillo de la Legión. Luego, ya estando en la Academia, pues compañeros que habían servido en la Legión ya me reafirmaron en lo que a mí me gustaba”, cuenta González Hernández.
“Ser legionario significa estar en las Fuerzas Avanzadas que tiene España en su defensa, es como la punta de lanza de nuestro Ejército y significa estar preparado en cualquier momento en el que te requieran tus servicios”, recalca .
Dentro de la compañía, es jefe de la Sección de Mando y lleva la parte de personal de toda la Bandera y sobre esos valores que mueven a un legionario, González Hernández es muy claro.“Ante todo la disciplina, la acometividad y el compromiso, el compromiso es fundamental porque las cosas se pueden hacer por disciplina pero si falta ese compromiso, pues eso hace que incluso nos esforcemos más en las tareas que hacemos día a día, o cuando vienen situaciones críticas pues que la gente tenga ese empuje que caracteriza a la Legión”.
Desde el momento en el que ingresó en la Legión y hasta la fecha, González Hernández hace un balance sobre los cambios ocurridos, explicando que si bien el Ejército ha sufrido una gran transformación, la Legión la ha experimentado en menor medida porque siempre se ha nutrido de personal profesional y voluntario.
“La gran transformación que se ha producido en el resto de las unidades militares nosotros, aunque también la hemos sufrido, ha sido menos, porque hemos tenido desde su fundación, hace 101 años, personal voluntario”, dice.
Como legionario, al brigada Antonio González Hernández le gustaría dejar como legado a las futuras generaciones las tradiciones y todo lo que han conseguido los antepasados. “Nuestros antepasados en combate y a través de mil millones de acciones de guerra, de combate, de misiones internacionales, humanitarias, otras de pacificación... pues ya nos han dejado un legado tan grande que la máxima responsabilidad de los que estamos ahora es dárselo inmaculado a los que vienen nuevos”.
A los jóvenes que quieren ser legionarios, les dice que la Legión es la unidad que cumple con todos los requisitos del que verdaderamente tiene vocación militar. También recalca qué es lo que se necesita para poder cumplir con esa gran responsabilidad.“Si quiere una unidad legendaria, con espíritu de cuerpo, camaradería, compañerismo, en la que se va a sentir plenamente integrado y desarrollado como militar, se tiene que venir a la legión”, insiste.
“Primero tiene que estar dispuesto a servir, y dar más de lo que muchas veces el propio deber nos pide. Por eso dije en un principio, sobre todo el compromiso, el compromiso y esa disciplina que en los momentos donde nos dan órdenes que son difíciles de cumplir, pues no queda más remedio que acatar. Eso es lo que diferencia muchas veces la unidades, las buenas de las muy buenas, ese exceso de compromiso y de disciplina”, agrega.
Disciplina, compromiso y disposición de servir son tres de las características que debe tener un legionario y el cabo Jaime Alberto Lemos Chica, perteneciente al 2º Tercio de la Legión, a la Cuarta Bandera, Quinta Compañía, Sección de Mando, y con 12 años de servicio, asegura tenerlas.“Yo creo que esas características son fundamentales para un legionario, aparte de tener una vocación de servicio que es a lo que nos debemos como militares que somos”.
“En un principio quería ser militar, me llamaba la atención la Infantería y tuve la oportunidad de acceder a la Legión, que es una de las unidades más gloriosas, no solo de España, sino del mundo entero”, recuerda.
“¿Cómo llegué yo a la Legión? Busqué la convocatoria y la verdad fue un golpe de suerte por decirlo así”, cuenta.
Como joven en la Legión, Lemos Chica ve muchas oportunidades de futuro en la carrera militar. “El legionario desde que ingresa tiene muchas oportunidades, tiene la opción de ir a la escala básica de suboficiales o superior de oficiales, luego puede hacer un cambio de especialidad, porque nosotros somos infantes pero luego podemos hacer otra especialidad diferente dentro del Ejército. Aparte cuando cumple con sus cinco años de servicio puede optar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y, por último, tenemos la opción de hacer los permanentes dentro de la escala de tropa”.
A otros jóvenes que estén interesados en ingresar en la Legión, Lemos les da un gran mensaje: “Que si sienten esa vocación de servicio como lo he dicho antes, que no lo duden, y que aquí van a vivir una experiencia profesional inigualable”.
Señala que el legionario de hoy en día debe asumir el papel de un ciudadano ejemplar y al servicio de la sociedad. Con lo que más se siente identificado el cabo es con el valor de la lealtad, la lealtad que hay hacia los compañeros y en ese sentido también señala la importancia del papel de la mujer en la Legión.
“Creo que la incursión de la mujer la tenemos como uno más de nosotros, hace el trabajo con nosotros y se integra totalmente”.
La cabo María José Sánchez Bravo, destinada en la Cuarta Bandera del Segundo Tercio de la Legión, en la Quinta Compañía en la Sección de Mando, con especialidad de Administración y en la S1 llevando personal, recuerda perfectamente por qué decidió ser legionaria.
“Soy de Alhaurín el Grande, de Málaga, y allí desde pequeñita se llevan mucho de las Hermandades, es muy tradicional y típico que vaya la Legión a desfilar por los pueblos, por Málaga y eso me llamaba la atención. La Legión es un cuerpo que tiene un paso diferente y llama la atención al público, es una unidad muy llamativa”, rememora.
“Desde pequeña me gustaba ese tipo de actividad y no tengo a nadie en mi familia de carrera militar, por parte de padres es policía, pero de carrera militar solo yo. Me llegó, me gustó y ahí fui, de cabeza”, señala.
Con 14 años de servicio, lo que más le emociona de ser legionaria es el compañerismo y la lealtad que hay en las unidades, algo que asegura que es una experiencia muy bonita, que hay que vivirla para poder describirla con exactitud.
Aunque la Legión se percibe como algo muy duro, afirma que es un nivel de vida y una instrucción a la que se pueden adaptar fácilmente, tanto hombres como mujeres. Dice que no debe percibirse como algo lejano, sino más bien posible si existe disposición.“La mujer es muy importante, aunque aquí digamos da igual el sexo masculino o femenino, aquí estamos muy volcados y no nos diferenciamos”.
Recalca que en su trayectoria ha percibido el trato hacia la mujer como positivo, señalando que la presencia femenina en todos los cuerpos y las escalas es fundamental, dejando atrás así esa extrañeza que todavía tienen algunos al oír hablar de las legionarias.
“No tienen porque sorprenderse, es un trabajo más, aquí no hay distinción alguna ni de hombre ni de mujer, aquí nos adaptamos todos, somos buenos compañeros, y no hay ninguna, como uno más y la verdad es que en ese aspecto yo estoy muy contenta”, finaliza.
Cada 20 de septiembre, para los legionarios es un punto de encuentro y de reunión, para recordar todo lo que ha hecho la Legión en toda su trayectoria. “Porque al final uno quiere lo que conoce, tú puedes estar aquí, 20 años, pero sin nadie te ha explicado su historia, pues al final tampoco le tomas cariño a donde estás”, asegura el brigada Antonio González Hernández.
Hacen un recorrido por toda esa historia, destacando que “el mes de septiembre ha sido muy importante en la Legión porque también se produce el desembarco de Alhucemas, que con él se termina la Guerra de Marruecos”. González Hernández explica también que los combates sucesivos que ocurren en este mismo mes fueron importantísimos, “como la toma del Monte Malmusi, el Combate de las Laureadas que también fue una bandera de la Legión a salvar a una unidad que estaba en Kudia Tahar cercada”.
Sobre la importancia de estas fechas, señala que sirven para hacer un balance, pero también para recordar “a todos los que han pasado por aquí” porque “la Legión siempre honra mucho al que ha estado aquí, y mucho más al que ha caído en combate”.
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