Según la enciclopedia Wikipedia, un parque periurbano es un ¨espacio natural de cierto valor natural en el espacio periurbano cercano a ciudades y otras poblaciones, que se protege con el fin de que su uso masivo no lo degrade. Por su parte, la Junta de Andalucía, lo define como “aquel espacio natural situado en las proximidades de un núcleo urbano, haya sido o no creado por el hombre, que sea declarado como tal con el fin de adecuar su utilización a las necesidades recreativas de las poblaciones en función de las cuales se declara”.
Entre los principales beneficios que aportan los Parques Periurbanos, según explica esta Administración autonómica en su página oficial, caben destacar los siguientes: Facilitan funciones y servicios ambientales a un gran número de ciudadanos, al situarse cerca del ámbito urbano, donde se concentra la mayoría de la población andaluza. Desempeñan un papel importante dentro del territorio formando parte de la red de espacios libres de los ámbitos urbanos y metropolitanos. Constituyen el primer eslabón para las actividades de recreo y uso público de la Red de Espacios Naturales Protegidos. Pueden actuar como focos amortiguadores para reducir la presión de uso público sobre los espacios más frágiles de la Red de Espacios Naturales Protegidos. Son espacios idóneos para la puesta en práctica de actitudes y hábitos de sostenibilidad urbana (actividades de educación ambiental enfocadas hacia el reciclado, utilización de medios de transportes no motorizado, eliminación de barreras de accesibilidad, etc.
Por tanto, de lo anterior se pueden extraer varias conclusiones importantes. Por un lado, son espacios idóneos para fomentar la educación ambiental en los ciudadanos. También para que los mismos puedan realizar sus actividades de ocio al aire libre y les sirvan de divertimento y de aprendizaje, a la vez. Por otro, si los mismos están situados cerca de un Parque Natural Protegido, se convierten en focos amortiguadores que reducen la presión sobre los mismos, al tratarse de espacios más protegidos y frágiles. Es decir, estos espacios, en unos momentos de condiciones climáticas extremas y de pandemia, como los actuales, se convierten en lugares estratégicos de primer orden para el desarrollo económico sostenible de las ciudades y de las poblaciones.
En un interesante trabajo académico titulado “Estimación del valor económico que generan los parques periurbanos de La Sierrezuela y Los Villares en la ciudad de Córdoba España”, de Amalia Hidalgo y otros, publicado en 2013 en Cuadernos Geográficos de la Universidad de Granada, justifican la necesidad de medición de su impacto económico, al objeto de que las Administraciones puedan tomar decisiones de gestión de los mismos adecuadas. Nos hablan de tres tipos de beneficios, ambientales, materiales y sociales.
Dentro del grupo de beneficios ambientales podemos citar la mejora de la calidad del aire, ausencia de ruidos, y la mejora climática ya que los parques con altas densidades arbóreas influyen sobre el grado de radiación solar, el movimiento del viento, la humedad y la temperatura del aire. Los beneficios materiales son los relativos a los aprovechamientos forestales, y por último, los beneficios sociales, muy importantes en los países desarrollados, por el bienestar que produce la conexión entre la gente y sus ambientes naturales en la salud física, mental y productividad de los ciudadanos.
Lo que hicieron estos investigadores fue obtener el valor económico que generan los parques periurbanos de la provincia de Córdoba, a partir de la determinación de la máxima disposición al pago de una entrada y de la máxima disposición a donar para la conservación del mismo. Sus resultados fueron sorprendentes. El porcentaje de personas que repiten su visita a estos parques es alto. La visita se organiza en solitario o en grupos familiares o de amigos y con la presencia de niños. El tamaño familiar más frecuente entre los entrevistados es de 4 miembros. El perfil del visitante es un colectivo relativamente joven, aproximadamente el 80 % de los visitantes tienen edades inferiores a los 50 años, distribuidos por mitad en cuanto al sexo y en su mayoría profesionalmente ocupados con estudios medios. Viven habitualmente en municipios con más de 50.000 habitantes, son asalariados y tienen ingresos netos familiares medios superiores a 1.500 euros, que nos informa sobre la capacidad de pagar los servicios ofrecidos.Los motivos principales de la visita son por orden de preferencia pasar un día de campo y disfrutar del aire libre, salir de la rutina diaria, disfrutar del paisaje y del aire puro. Pero, además, los visitantes valoran positivamente los Parques Periurbanos y afirman que está justificado el pago de una entrada, que encontraban razonable entre 3,5 euros y de 3,6 euros, y que la disposición a donar para su conservación sería de 25,6 euros y de 53,3 euros respectivamente. Es decir, desde el punto de vista económico, los beneficios superan considerablemente los costes de su mantenimiento.
Es evidente que, disponer de una zona de parque periurbano en un municipio es una clara ventaja de cara a su desarrollo sostenible. Si esta zona está cerca de un Parque Natural, mucho más. Y si a esto le añadimos que la zona está a 12 kilómetros de Granada (una de las ciudades más contaminadas del país), nadie se atrevería a discutir su utilidad como fuente de ingresos para el municipio y de desarrollo económico futuro. Aunque hablo en general, a nadie se le escapa que me estoy refiriendo a mi pueblo, Dílar, un pequeño municipio cercano a Granada, situado en el corazón del Parque Natural de Sierra Nevada y en cuyo término municipal se ubica más de un tercio de la estación de esquí de Sierra Nevada.
El por qué no se realiza esta actuación, no viene al caso en este artículo, ni en este momento. Sin embargo, sí es importante que se conozca que algunos estamos trabajando para que este Parque Periurbano se desarrolle.