Anoche recibí una buena noticia. Un buen amigo que soportaba un calvario por estar inmerso en una enfermedad que todo el mundo conoce por el azúcar era evacuado hacia una localidad española peninsular.
Todos nos pusimos de acuerdo en que ya venía siendo hora que nuestro amigo Antonio fuera elegido para poder ser operado y liberado de la lacra de pasar una diálisis detrás de otra. Está el pobre estigmatizado por las vías que le tienen que coger cada dos por tres, pero querer vivir tiene este inconveniente. No puedo opinar si es una persona elegida o es tener una salud delicada.
Me hizo pensar toda la noche y llegué a la conclusión que lo que todos cantábamos desde siempre tenía en este caso un significado muy especial: “tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor”. Nuestro refranero elevado al timbre de canción popular había dado en el clavo nuevamente. ¿Para qué se quiere tener dinero si se tiene una salud delicada?.
Se sabe que una herramienta muy fuerte en nuestra sociedad es la plata. Con ella se puede manejar muchos hilos. Pero si se tiene lana y una salud delicada tienes un grave inconveniente. Una de las cosas más bonitas y a la vez más aprovechadas es contar con un banco de donantes que sirve para estos menesteres: que una persona que se encuentra en una situación de salud mala pueda ser operado y facilitarle una segunda oportunidad.
Un detalle muy bonito por parte de nuestro Gobierno, ya que sabemos de lo costoso que resulta una operación de esta índole. Me he puesto a leer y podemos decir que en el mundo somos unos de los adelantados en este tipo de intervenciones. Es un gran paso que tenemos, contar con un cuadro médico de primera categoría para poder realizar con un alto grado de éxito estas delicadísimas intervenciones quirúrgicas, además de la cantidad de medicamentos que deben de tomar para evitar los rechazos de nuestro cuerpo ante un órgano extraño.
Todos agradecemos el gran esfuerzo realizado por todos y cada uno de los intervinientes en este frustrado intento de recuperar a una nueva normalidad a un enfermo
Pero lo más sublime es decir a las familias de esos fallecidos que dentro del dolor de perder a un ser querido queda la gran satisfacción de contribuir a poder ayudar a unas personas en el futuro de poder contar con un día a día mejor. De un donante se pueden aprovechar muchos órganos. Recordemos: las córneas, riñones, páncreas, plumones, corazón y un largo etc. Pero que pueden dar la felicidad a una persona invidente, a dos personas con problemas renales y un largo etc.
Desde estas humildes columnas debo de dar las gracias. También añadir que aunque en este caso no se pudo hacer nada porque el órgano estaba en mal estado, todos agradecemos el gran esfuerzo realizado por todos y cada uno de los intervinientes en este frustrado intento de recuperar a una nueva normalidad a un enfermo que depende de una máquina para poder vivir. Un gran aplauso a los doctores, equipo de ambulancia, evacuación en helicóptero y un largo etc.
Además de los familiares y amigos que se han puesto manos en el rosario para intentar buscar piedad en el Altísimo por una pronta recuperación de nuestro amigo Antonio.
No te preocupes que otra vez será. Estoy seguro de esto y de que mis rezos lo oirá esa fuerza superior que le llamo Dios. Gracias. Y sigue luchando como un valiente.