El personal de la prisión de Mendizábal comenzará a recibir la vacunación contra la covid-19, después de que desde este viernes se iniciara la citación de los funcionarios para iniciarse la administración de la primera dosis este domingo. Coincide con la que se va a llevar en el centro de Punta Blanca, el reformatorio donde cumplen medidas privativas de libertad los menores. Ambos lugares son considerados estratégicos ya que su personal está en contacto con los presos e internos y, por tanto, en aras a salvaguardar libre de covid ambos centros se deben redoblar los esfuerzos sanitarios.
En el caso de Mendizábal se comenzará con el personal funcionario y personal laboral menor de 55 años, para luego continuar con el resto del personal. Esta vacunación también se administrará a los funcionarios que trabajan en el centro de Calamocarro.
No se ha comunicado nada por parte de Sanidad de cuándo se administrará la vacuna a la población reclusa o a la que está interna en Punta Blanca. De momento constituyen un colectivo libre del virus, en torno al que se han redoblado las medidas de seguridad para evitar contagios.
En el caso de la prisión, desde primeros de mes ha tenido que adoptar nuevas restricciones para evitar los contagios de covid-19 en el interior de la penitenciaría. Con un periodo de duración de 15 días, aunque revisable, se ordenó la suspensión de las comunicaciones orales, ya que los llamados ‘vis a vis’ ya estaban anulados. Esta medida se aplica teniendo en cuenta la tasa de incidencia acumulada de casos de covid-19 por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
A la suspensión de esas comunicaciones orales se añade la de las salidas de permiso. Así, las salidas de los internos que ya tenían sus permisos autorizados por el juez de Vigilancia Penitenciaria quedan aplazadas hasta que haya una evolución positiva y descienda el número de casos. Con ello se persigue contener los posibles contagios.