“La vacuna de la gripe no interesa a los sanitarios”

El doctor José Ramón de Juanes Pardo lleva años concienciando sobre la importancia de vacunarse contra la gripe. Bajo la seguridad de que “todas las vacunas de la gripe son buenas”, este médico especialista en medicina preventiva, consultor senior en el Hospital 12 de octubre de Madrid y profesor también en el Universidad Complutense, centra su mensaje hacia el personal sanitario. Por este motivo, dará una conferencia en Ceuta este jueves.

Y es que él mismo reconoce que existe cierta reticencia en este colectivo para vacunarse, cuando es uno de los grupos de mayor factor de riesgo -tanto por contagio como por transmisión a otros- y de los que mayor apatía presentan a la vacunación.

Será por su experiencia en la materia y con la idea de que su mensaje recale entre el público asistente -la mayoría sanitarios- que ha sido elegido para cerrar el ciclo de conferencias programado para el próximo jueves, 17 de octubre, en las XVI Jornadas de Actualización de Vacunas en Ceuta que organiza la Ciudad en colaboración con el Ingesa, CCOO y varios laboratorios.

En declaraciones a El Faro, De Juanes Pardo explica que ya, desde le pasado mes de febrero, la OMS comunicó las cepas de la gripe que estaban circulando, con miras a la distribución de las vacunas para esta campaña que inicia en breve en el hemisferio norte. Este año, por ejemplo, el 60% se corresponde al virus A, mientras que el 40% restante es una mezcla de otros virus. De ahí a que haya varios tipos de vacunas combinadas, insistiendo el experto en su eficacia.

Sin embargo, pese a los estudios epidemiológicos que existen y los avances, así como el esfuerzo para la compra de las vacunas en cada región española, existen aún muchos mitos sobre la vacunación, que el especialista cree que se deben ir disolviendo con el tiempo. En este punto cree que ayudaría el hecho de que el personal sanitario sea el primero que predique con el ejemplo, no sólo por ser uno de los grupos de riesgo, sino por muchas más razones como el hecho de contraer el virus y estar en contacto con otros enfermos a los que perjudicar o bien por el absentismo laboral por enfermedad.

“Lo que se necesita es formación. Y a quién hay que formar: los primeros a los sanitarios. Sanitarios como vacunadores”, insiste el experto, quien recuerda que en las encuestas realizadas hace diez años, los mismos profesionales de la salud reconocían estar vacunados de la hepatitis o el tétanos, pero con la gripe las cifras eran mucho menores. “Si los sanitarios dan el ejemplo, puede haber otras circunstancias que animen al resto”, asegura.

Pero por el contrario, “si los primeros que tenemos que vacunarnos no estamos de acuerdo, poco vamos a intentar que se vacunen los demás”, advierte De Juanes Pardo.

Además, es una cuestión no de prevención propia, sino del segundo grupo de riesgo en cuestión al que le afectaría que el personal sanitario no estuviera vacunado: las personas ingresadas en un centro sanitario que se exponen a que el personal les trasmita el virus. Sobre todo en el caso de personas trasplantadas o inmunocomprometidas, que sufren el riesgo de complicaciones a causa de esta situación.

Si los primeros que tenemos que vacunarnos no estamos de acuerdo, poco vamos a lograr”

Desde el punto de vista “menos importante, aunque sí lo es” está el absentismo laboral por contraer la gripe, dándose casos de unidades que se quedan vacías de personal por culpa de tener el virus. “Ha habido situaciones en hospitales españoles que, de repente, en una unidad de cuidados intensivos se queda sin gente porque todo el mundo la contrae”, asevera el experto.

Pero no sólo se refiere al personal sanitario como médicos o enfermeros, se refiera a todo el personal de un hospital, así como los que salen fuera, como pueden ser voluntarios, cuidadores, asistentes, estudiantes... Todos deberían vacunarse por necesidad, ética y también para dar el ejemplo al resto de los colectivos. “Los estudiantes sobre todo, porque están aprendiendo, pero al lado de un enfermo”.

“Si ellos no se vacunan, trasmiten el porqué no se vacunan a otros”. Los motivos van, desglosa De Juanes Pardo, enfocados a los falsos mitos que existen alrededor de esta vacunación: “No sirve para nada, para qué me voy a vacunar”. Y aunque no sea cierto, “te lo dicen así”. Reconoce que hay dudas sobre la efectividad y la seguridad vacunal y creen que se va a contraer el virus, cuando la vacuna no tiene el virus como tal.

“Si tú no crees en ello, la transmisión de sus ideas van a ser catastróficas”, avivando esos falsos mitos que perjudican a que el resto de la sociedad pase por la vacunación. Desde ese punto de vista, José Ramón de Juanes Pardo no dedica ni un minuto a los movimientos generados en contra de la vacunación.

El médico no cree que con esta reticencia a la vacunación por parte de los sanitarios tenga al ‘enemigo en casa’, pero es tan fácil como que cuando inicie la campaña el sanitario acuda el primero y no diga que se trata de algo dañino. Entiende que algunas veces puede deberse, no a la negación, sino por falta de acceso, cuestión de tiempo o de disponibilidad.

Esto provoca que las tasas de vacunación en sanitarios sean bajas. “En el 12 de octubre los niveles más altos han sido de un 30-40%, pero en otros sitios son el veintitantos por ciento y en hospitales o en centros pequeños, es todavía más bajo”.

Cree que parte de esta responsabilidad recae en los jefes de sección, que son los que deben predicar con el ejemplo. “El que se vacuna cuando llega la época vacunal, se vacuna para que todo el mundo sienta confianza en ello. Pero si tus jefes te dicen ‘yo para qué, yo no me vacuno’, el que está a su lado va a decir lo mismo”, advierte este experto que hará especial hincapié en este colectivo durante su conferencia.