La muerte, hace un par de semanas, de uno de los ciervos del parque de San Amaro ha suscitado la crítica de UPyD ya no sólo por las condiciones en que se encuentran estos animales, sino también por el poco acierto que, a juicio de esta formación, se ha tenido en la reforma del parque.
Respecto al tema de los ciervos, Unión Progreso y Democracia insta a reflexionar sobre cómo es posible “gastar millones de euros en obras, descuidando por completo las condiciones de vida de los propios habitantes del parque”. Alude así al reportaje publicado en este medio sobre la falta de espacio para una convivencia adecuada de los ciervos, lo que provoca una concentración en reducido espacio de los siete machos que hay con tres hembras. En época de celo las disputas y enfrentamientos pueden terminar como el caso del ciervo fallecido, que murió desangrado.
“Si es conocido el carácter combativo de estos animales en época de celo, y los conflictos que se derivan del confinamiento, no se entiende que no se tomen medidas para prevenir esos problemas, bien ampliando el terreno a disposición de los ciervos, o buscando un destino alternativo para algunos de estos animales en otros parques, procurando en todo caso una densidad de población más razonable que garantice la seguridad de los animales”, señalan.
Las quejas de UPyD no son aisladas. De hecho asociaciones como Septem Nostra han cuestionado el estado de los ciervos y el poco acierto que se ha tenido en la remodelación llevada a cabo. Algo a lo que se suma UPyD. “Entre tanta fuente nueva, lo cierto es que no parece razonable que se inaugure un parque tras su rehabilitación con la ausencia del importante conjunto escultórico en mármol de los Nicoli que se encontraba en la fuente original, al parecer en restauración, pero cuyo destino definitivo aún desconocemos. Dado el valor artístico y patrimonial de dicha pieza, sería sensato que ésta recuperara su emplazamiento protagonista en nuestro querido parque”, añade Domínguez.
A esta crítica añade los peligros mantenidos en la zona para los niños. “Resulta conveniente llamar la atención a la ciudadanía sobre lo desafortunado de las rejas ornamentales que se han instalado justo a la entrada del parque, no sólo por estar oxidadas, sino por presentar bordes cortantes que pueden ser peligrosos al encontrarse al alcance de los más pequeños”.