De la UNRWA a la torpeza en política

Hay polémicas absurdas por falta de claridad. Polémicas que crecen y afectan a los sentimientos de muchas personas porque se cuentan las verdades a medias, y eso siempre es malo.

Está ocurriendo con la donación de 100.000 euros para la UNRWA. Un dinero que nunca llegó, del que se habló, en el que existió un consenso político, como cuando con Ucrania, pero que ha terminado enquistado.

Ceuta Ya! recibe la confirmación del enlace de Exteriores con la UNRWA de que nadie del Gobierno local ha preguntado por esa donación. La respuesta ya saben cuál fue: acusaciones de mentira.

La Ciudad, tarde, responde mostrando con un papel el contacto mantenido con Exteriores, buscando así calmar la crítica. Ese contacto fue para trasladarle un acuerdo plenario, nada que ver con la donación comprometida. Se ha querido, de forma torpe, terminar la polémica con un razonamiento pobre sobre un asunto en el que no caben medias tintas.

El Gobierno local debería hacer urgentemente un ejercicio de reflexión sobre la política que quiere mantener de cara al ciudadano. Tanta torpeza no es buena. En este caso, con la ayuda directa a Palestina lo están siendo, porque han mostrado poco interés en seguir este asunto. Ni después de las críticas de los localistas se han preocupado en desandar el camino para emprenderlo recto y no torcido.

Las meteduras de pata si son aisladas se perdonan, cuando llegan tan repetidas en el tiempo y además adornadas de cierta soberbia son malas.

Y parece que se quiere optar por lo segundo. Sucede con el polémico viaje con gastos pagados del ‘Pequeño Nicolás’ y la callada por respuesta de la Ciudad. Sucede con el pliego para recoger cabras, ovejas, gallos y conejos sin control donde autorizan sacrificios, aunque luego hayan buscado matizaciones que no están plasmadas por escrito. Sucede con denuncias ciudadanas graves como el estado del Parque de San Amaro en donde no existe ni control ni cuidado sobre las especies que aún continúan allí.

Los ciudadanos protestan y quienes están elegidos por los propios ciudadanos los ignoran o responden con medidas verdades. Situaciones tan absurdas terminan generando problemas de mayor calado. Y eso es lo que está pasando poco a poco, como si alguien se hubiera empecinado en construir una torre para dejarla a caer a pedazos.