Unos menores se introdujeron en una furgoneta que se encontraba estacionada en Juan Carlos I para arrojarla por un terraplén en lo que se presume una gamberrada que podía haber llegado a algo más ya que en la zona donde se arrojó el vehículo acostumbran a jugar menores. Los autores de este acto se dieron a la fuga sin poder siquiera ser identificados por la Policía. Finalmente la grúa municipal la retiró para evitar que fuera desvalijada y posteriormente quemada.