Uno de junio: la Virgen de la Luz nos trae la nueva tarifa eléctrica

En el titular de esta colaboración coinciden las palabras luz y tarifa, las cuales tenemos asociadas entre sí en nuestras mentes…y en nuestros bolsillos. Pero también coinciden Virgen de la Luz y Tarifa, lo que nos recuerda que la Virgen de la Luz es la Patrona de Tarifa. Allí se celebra el 8 de septiembre, mes que tienen muy dedicado a su Patrona los tarifeños.

Tradicionalmente las empresas y trabajadores de los sectores de agua, gas y electricidad han celebrado su Patrona, la Virgen de la Luz, el día uno de junio. Felicidades, por tanto, a todos ellos. Esta Virgen tiene un pequeño, pero bonito, altar en la Iglesia de África muy bien cuidado y atendido por Diego Sandoval Tinoco hasta 2004, y posteriormente por José Antonio Rivero Camacho, empleado de la Empresa de Alumbrado.

Pero este año 2021 la Patrona de la luz nos trae un acontecimiento muy significativo, el cambio de la tarifa eléctrica. Un cambio de importancia, porque nos va a afectar a todos los consumidores de electricidad, grandes y pequeños. Un cambio que afecta a los denominados peajes y cargos del sistema, unos de los principales componentes de la factura eléctrica.

Cabe señalar que el importe global de los peajes y cargos no se modifica, lo que cambia es la manera de repartir esos costes entre todos los consumidores y usuarios. A partir de ahora, la forma en la que hagamos uso de la electricidad va a tener una mayor repercusión en el importe de nuestra factura. La idea que subyace detrás del cambio es que se pague más por el consumo en las horas en las que la red está más saturada y que se pague menos cuando la red sea utilizada en periodos de menor nivel de carga. De esta manera, además de reducir las pérdidas en la red, se pueden evitar, o al menos demorar, inversiones de refuerzo de la infraestructura eléctrica, con el ahorro que ello supone para el sistema eléctrico y, en definitiva, para el consumidor. Este cambio se hace posible gracias a la previa instalación del contador inteligente en todos los suministros, el cual permite –entre otras cosas- el registro de los consumos horarios.

De esta manera se establecen unos periodos horarios diferenciados en los que se pagará más o menos por el uso de la red. Habrá un periodo punta, el más caro; un periodo llano, algo más económico; y un periodo valle, que será el más barato. Cada uno de estos periodos tendrá una duración de 8 horas de lunes a viernes, siendo los sábados y domingos completos en periodo valle (al igual que los días festivos de ámbito nacional, no sustituibles y de fecha fija en el calendario).

En este nuevo reparto de costes, para el consumidor doméstico, se va a producir un ahorro en el término de potencia, que es lo que comúnmente conocemos como el término fijo, o dicho en otras palabras, lo que tenemos que pagar en la factura de la luz incluso en el caso de que el consumo sea nulo. Por el contrario, el término de energía, lo que pagamos por el consumo efectivo, se puede ver incrementado significativamente si no somos selectivos en las horas de consumir dicha energía. Cuanto más energía consumamos en las horas punta, más penalizada se verá nuestra factura eléctrica.

Entonces, ante tal situación, ¿en qué horas hemos de procurar reducir los consumos? La respuesta nos introduce en una singularidad que aparece para Ceuta, junto con Melilla, en la nueva normativa. Y es que las horas punta, es decir, las horas cuya tarifa es más cara, no son las mismas en Ceuta y Melilla que en la Península, Baleares y Canarias. En Ceuta la hora punta va con una hora de retraso respecto a la península, siendo en nuestro caso el periodo punta el comprendido entre las 11 y las 15 horas junto con el que abarca de las 19 a las 23 horas. Como decíamos anteriormente, son las ocho horas diarias, de lunes a viernes, en las que debemos procurar no incurrir en mayores consumos que aquellos que resulten estrictamente necesarios.

Esta diferencia de los periodos horarios de Ceuta respecto a los peninsulares no es un capricho de los reguladores, sino que se debe al estudio de las curvas de carga de cada uno de los sistemas eléctricos. Se desprende de ello que nuestros consumos van un poco retrasados en el día respecto a los peninsulares.

Las horas de tarifa llana en el término de energía, las de precio intermedio entre las horas punta y las horas valle, son –en el caso de Ceuta- las comprendidas entre las 8 y las 11, entre las 15 y las 19, y entre las 23 y las 24 horas, de lunes a viernes. Esto es, otras ocho horas diarias los días laborables.

Finalmente, las horas valle, aquellas que nos resultan más favorables para consumir energía eléctrica sin penalizar nuestra factura, son las comprendidas entre las 0 horas (medianoche) y las 8 horas, junto con las 24 horas de los sábados y domingos (al igual que los días festivos de ámbito nacional, no sustituibles y de fecha fija en el calendario). Ahora sí, el periodo horario valle es el mismo en todo el territorio nacional.

En consecuencia, y haciendo un cómputo anual, tenemos 2.040 horas de horario punta, otras 2.040 horas de horario llano y 4.680 horas de horario valle. Aquellos hogares y negocios que puedan desplazar sus consumos a las horas valle, las cuales representan el 53% de las horas del año, es decir, más de la mitad de las horas de todo el año, verán su factura eléctrica significativamente mejorada.

Hasta aquí hemos hablado sobre todo de la energía consumida, lo que conocemos como el término de energía o término variable. Pero, ¿qué pasa con el término de potencia, o término fijo, en la nueva factura eléctrica a partir del 1 de junio?

El término de potencia también se ve afectado por las novedades y, en este caso, las noticias son buenas. El consumidor doméstico verá reducirse el importe de las cantidades que abona en concepto de término de potencia. Recordemos que el término de potencia representa lo que pagamos por tener la disponibilidad para usar una determinada potencia en nuestros domicilios, hagamos uso de ella o no, es decir, tengamos consumo energético o no. Esa potencia que el sistema eléctrico pone a nuestra disposición es la denominada potencia contratada y se mide en kilowatios (kW). Es lo que normalmente denominamos el término fijo de la factura eléctrica.

Si hasta ahora teníamos los consumidores domésticos una única potencia contratada, a partir del 1 de junio los consumidores domésticos tenemos dos potencias contratadas, una para el periodo punta y llano, y otra para el periodo valle. Se pueden contratar potencias diferentes para cada periodo. La potencia punta/llano corresponde al periodo de 8 de la mañana a 24 de la noche (medianoche), mientras que la potencia valle va de medianoche a 8 de la mañana, y todas las horas de los sábados, domingos y festivos nacionales. La potencia de valle es mucho más barata y está pensada principalmente para favorecer la acumulación de energía y la recarga del vehículo eléctrico en las horas de baja demanda en el sistema. Salvo que expresamente solicitemos a nuestro comercializador otra cosa, nuestra anterior potencia contratada en el suministro doméstico nos será asignada tanto al periodo punta/llano como al periodo valle.

A estos cambios se suma la reciente aprobación de un nuevo formato de factura para usuarios con contrato en PVPC. Este nuevo modelo mejora y simplifica el formato hasta ahora existente, adaptando los contenidos para facilitar su comprensión, a la vez que reduciendo su extensión de 3 a 2 páginas. Incorpora nueva información muy útil, como las potencias máximas que el consumidor ha demandado en cada uno de los periodos horarios en el último año e incluye también un código QR para facilitar al usuario la utilización del comparador de ofertas de energía en la web la CNMC, de forma que pueda encontrar con facilidad alternativas de suministro ventajosas. El contenido establecido para la factura de PVPC queda establecido asimismo como contenido mínimo en la factura de los consumidores con menos de 15 kW de potencia contratada en el mercado libre.

Ante esta nueva regulación podemos destacar los siguientes aspectos importantes:

-Se mantiene la posibilidad para el consumidor doméstico (potencia contratada inferior a 10 kW) de contratar el suministro con una comercializadora regulada (PVPC) o con una comercializadora libre. Se mantiene asimismo el bono social, en aquellos casos en que ya era aplicable y en las mismas condiciones, para los clientes del mercado regulado.

-La nueva factura va a suponer un cambio muy importante al introducir la discriminación horaria para todos los consumidores, con precios muy diferentes en horario punta, llano y valle.

-El término fijo, con dos potencias, una para el periodo punta/llano y otra para el periodo valle, va a resultar un poco más barato.

-El término variable sin embargo puede resultar más caro o más barato, dependiendo del uso que haga el consumidor de los periodos horarios. Será más caro consumir en horas punta y más barato hacerlo en horas valle, mientras que consumir en horario llano será a un precio similar.

-El nuevo modelo de factura ayudará al consumidor a gestionar su consumo porque le facilitará la comprobación de que su potencia contratada esté adaptada a su demanda real, podrá observar gráficamente su reparto horario de consumos y le permitirá acceder con gran facilidad a la herramienta de comparación de precios de la electricidad.

-A partir del 1 de junio, los consumidores domésticos con contrato regulado (tarifa PVPC), tendrán automáticamente un nuevo contrato regulado. Los consumidores con contrato libre deberán ser informados de los cambios por sus comercializadores, los cuales deberán aplicar estrictamente los cambios establecidos de modo que el importe implícito del componente no regulado del precio del contrato del consumidor no sea superior al contemplado antes de la modificación. La adecuación de los precios y condiciones de suministro a los consumidores finales será supervisada por la CNMC como organismo responsable.

Algunos consejos para controlar y reducir la factura eléctrica son los siguientes:

-En primer lugar hemos de informarnos sobre nuestro suministro. Averiguar si estamos en mercado regulado (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor, PVPC, marcado por el BOE) o en mercado libre (precio pactado libremente con un comercializador). En el primer caso nuestra facturación se hará a unos precios con un gran componente regulado y previamente establecido, y tendremos también una parte, correspondiente a la adquisición de energía, que se verá afectada por los precios del mercado. En el segundo caso, debemos cuestionarnos si los precios y condiciones de nuestro actual comercializador libre nos son o no satisfactorios, siendo conscientes de que si no estamos satisfechos podemos optar por solicitar una renegociación con nuestro comercializador o por buscar otro comercializador que nos mejore las condiciones del suministro. En esta tarea nos puede ayudar el comparador de precios de gas y electricidad de la CNMC ( https://comparador.cnmc.gob.es/ ).

-También hemos de averiguar la potencia que tenemos contratada y la que estamos demandando. Si nuestra potencia contratada está por encima de la demandada estamos pagando por una mayor potencia de la que necesitamos, y obtendremos unos ahorros significativos disminuyendo la potencia contratada. Para facilitar la adaptación, se permiten dos cambios de potencia gratuitos hasta el 31 de mayo de 2022. El cambio de potencia se solicita a través del comercializador. La nueva factura nos irá mostrando la potencia contratada y la demandada en los dos periodos horarios, punta/llano y valle, en los últimos doce meses. Para reducir la potencia demandada podemos intentar no simultanear el uso de electrodomésticos en la medida de lo posible. El uso de electrodomésticos e iluminación eficientes también ayuda. Si somos capaces de reducir la potencia demandada, podremos reajustar la potencia contratada e incrementar el ahorro.

-Tenemos que desplazar todos los consumos que podamos fuera de las horas punta. El precio del término de energía en el periodo de llano es un 69% inferior y en el de valle un 95% inferior al precio de la energía en punta.

-Y no olvidemos que la energía más barata es aquella que no se gasta, reduzcamos nuestro consumo en la medida de lo posible y colaboremos en la conservación del medio ambiente y en la reducción de emisiones. Las medidas ya conocidas de antes (ver http://guiaenergia.idae.es/) siguen siendo perfectamente válidas con la nueva tarifa:

-Instala iluminación LED o bombillas de bajo consumo,

-Vigila el stand-by. Se trata de apagar los equipos eléctricos que quedan suspendidos (como la tele o el ordenador) y desenchufar el cargador del móvil cuando no esté cargando el teléfono.

-Aprovecha las horas de luz, reducirás el coste de la iluminación y el la calefacción en invierno.

-Apaga las luces cuando no la estés usando.

-En la medida de lo posible, intenta comprar electrodomésticos eficientes.

-Regula el termostato de la calefacción y/o el aire acondicionado, idealmente, 25ºC en verano y 20ºC en invierno.

-Reduce la temperatura al lavar la ropa.

-Ajusta la temperatura del frigorífico a 5º C y la del congelador a -18º C.

-Utiliza los programas ECO del lavavajillas.

-Aprovecha la inercia térmica: utiliza el calor residual de la cocina o del horno antes de terminar la cocción.

-Reduce el gasto en calefacción, recuerda que los aparatos que utilizan resistencias son más ineficientes y caros. La bomba de calor tiene una mejor eficiencia.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la Comisión de los Mercados y la Competencia, la Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, la Sociedad de Desarrollo de Ceuta PROCESA, las asociaciones de consumidores, las asesorías energéticas, los comercializadores, los profesionales del sector, etc. van a ir dando indicaciones a los consumidores sobre las mejores pautas y prácticas para reducir su factura eléctrica y realizar un consumo más eficiente y respetuoso con el medio ambiente . Pero no olvidemos que el consumidor ya tiene cada vez un papel más activo y responsable en el panorama energético y va a ir adquiriendo una relevancia fundamental en el sistema. Aspectos como la generación distribuida, el autoconsumo, las comunidades energéticas, la flexibilidad, la agregación, el almacenamiento, la figura del “prosumidor” (es tanto productor como consumidor) suenan cada vez más cercanos. La transición energética está en marcha y el consumidor es uno de sus principales protagonistas.