Solo una niña de Primera Comunión asistió, a diferencia de años anteriores con mayor afluencia de pequeños
La pequeña África Moreno miraba a todos lados sin saber bien qué tenía que hacer. Una mirada entre agobiada y tímida al sentirse protagonista de una procesión del Corpus Chico a la que estaban llamados los alrededor de 70 niños que este año han recibido el sacramento de la Primera Comunión en las parroquias de Santa Teresa y San José. Pero ella era la única que había acudido puntual, a las 19.00, a la iglesia con su bonito vestido y la compañía de sus familiares. Y es que ayer, como viene desarrollándose desde el año 2006, la denominada procesión del Corpus Chico tomó las calles que unen los templos del Morro y San José. Algo más de cien personas participaron en un evento que años atrás ha reunido a muchos más niños. El padre David Gutiérrez, que fue el encargado de oficiar la Función en honor de Jesús Sacramentado, no se explicaba qué había sucedido en esta ocasión ya que “todos los niños estaban avisados”.
La marcha comenzó sobre las 20.00 horas y estuvo, durante todo el recorrido, amenizada por los cánticos de los fieles que se dieron cita para acompañar a las andas de Santa Teresa de Jesús y a la imagen del Niños Jesús Caído y Custodia. La Cruz parroquial con dos ciriales a cada lado encabezó el cortejo, seguida de las andas de Santa Teresa portadas a hombros por cuatro jóvenes y adornadas con claveles blancos.
Al tratarse de un acto organizado conjuntamente por los responsables de las parroquias de Santa Teresa y San José, entre los asistentes se pudo ver a varios integrantes de las Juntas de Gobierno de aquellas Hermandades y Cofradías vinculadas con ambos templos como son La Pollinica, la hermandad del Rocío y la cofradía de La Encrucijada. Precisamente el tercer lugar de la procesión era el ocupado por el estandarte corporativo de la Hermandad del Rocío. Seguidamente pudo verse al estandarte de La Pollinica portado por miembros de la Junta de Gobierno y, unos pasos más atrás, cuatro ciriales llevados por otros tantos acólitos. Luego, las andas del Santísimo, los padres David Gutiérrez y Miguel Tenorio (de Santa Teresa y San José, respectivamente) en compañía de la única niña vestida de comunión, y el Palio de Respeto cerraron, por ese orden, la comitiva.
El recorrido bordeó en primer lugar la parte trasera del estadio de fútbol Alfonso Murube para salir a la avenida Otero y pasar, en su camino hasta Hadú, ante la Comandancia de la Guardia Civil. De ahí hasta el Mercado de San José y finalmente a la iglesia del barrio, en cuyo porche de entrada se rezaron unas oraciones en presencia del Santísimo. Entretanto, algunos vecinos y curiosos se asomaron a sus puertas para ver el paso de la procesión y algunos de ellos, rezagosos quizás tras disfrutar de una agradable jornada de playa, se unieron durante estos primeros minutos.
La procesión se desarrolló en todo momento bajo un clima de total cordialidad, gracias también al trabajo de varios agentes de la Policía Local que se encargaron de cortar y coordinar el tráfico para que este no afectara lo más mínimo a las andanzas del cortejo procesional. En total la procesión duró algo menos de una hora y concluyó, ya de vuelta, en el templo de donde había salido. Este ‘Corpus chico’ que se celebra siempre días después de haberse desarrollado la procesión masiva por las calles del centro de la ciudad (en este caso se celebró el pasado domingo) se celebra desde 2006 y es uno de los cultos en honor a su Divina Majestad que organiza la hermandad.