Globos y camisetas moradas, consignas contra el maltrato, lazos o batucada. Elementos que se han dado cita en la Plaza de los Reyes para conmemorar el
‘Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer’. La Universidad de Granada, el
Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) han interpretado una performance sobre la violencia de género y como el amor romántico puede llegar hasta la negación de la persona, el maltrato y, en caso de no ser capaz de salir de esta situación... la muerte.
Un total de 1.027 mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas desde 2003 y solo en lo que va de año la cifra asciende a 51. En manos de todos está acabar con este estigma y son muchas las asociaciones que trabajan en este objetivo. Ellas han sido condecoradas con el premio ‘Menina’, un reconocimiento que concede
la Delegación del Gobierno a aquellos que luchan contra esta violencia machista y que este año ha recaído en la UGR y el CETI.
El decano de la Facultad de Educación, Economía y Tecnología, Antonio García, ha enumerado las actuaciones que se llevan a cabo desde la UGR en este objetivo de todos y que se materializa en el ‘Plan para la igualdad entre hombres y mujeres’, dirigido al alumnado y a través del cual se han desarrollado exposiciones, jornadas de prevención, ciclos musicales, poemas o vídeos didácticos, entre otros proyectos.
García ha hecho suyas las palabras del “poema del número 10” del artista César Brandon con el que ha incidido en que “me gustaría que 0 sea el único número asociado a la violencia contra la mujer y el 1 solo le acompañe para darle ese 10, esa matrícula de honor que la mujer se merece.
Por su parte, el director del CETI, José Manuel Durán, ha recordado a las mujeres inmigrantes que llegan a Ceuta “con una mochila y con violencia de género en su familia o en el trayecto hasta aquí. Nuestra misión en el CETI es darles la seguridad y la protección que se merecen y que consiguen gracias a la personas que trabajan en el centro”.
La violencia de género afecta a toda la sociedad y es por ello que debe implicarse en la búsqueda de soluciones para proteger a las víctimas y rechazar a los maltratadores. Fueron las palabras de la asesora de la Delegación del Gobierno, Susana Pulido, que asistió al acto en representación de la delegada, Salvadora Mateos, ausente por cuestiones personales. Pulido hizo mención a una forma de “esclavitud y violencia” que afecta principalmente a mujeres y niñas. “Es el fenómeno de la trata de seres humanos que constituye una gravísima violación de los derechos humanos. ES un delito que se ha convertido en uno de los tres negocios fraudulentos más lucrativos junto al tráfico de drogas y el de armas”.
La música de Ebhel puso el punto y final a este acto en el que todos se han unido para que algún día la violencia de género solo sea un triste recuerdo.