Cuando esto se escribe, 7 de Octubre, es la Festividad de la Virgen del Rosario, Patrona de la Ciudad de Cádiz y es costumbre que las niñas y niños de los colegios ofrezcan a la Virgen una ramita de nardos.
El martes, víspera de la Festividad, estuve en la Iglesia de la Patrona poco después del mediodía, al tiempo que hacían la Ofrenda estudiantes ya mayores. No pude quedarme todo el tiempo que me habría gustado pero sí el suficiente para llevarme algo de la alegría que la vida nos ofrece a lo largo de nuestro tiempo. ¡Qué simple es una ramita de nardos y cuánta la alegría que produce.
Antes de esa hora pasaron por delante de casa algunos grupos de alumnos de los colegios próximos. Mientras más pequeños son en edad mayor es la algarabía de sus conversaciones mientras van caminando hacia la Iglesia de la Patrona, con su varita de nardos, buen derecha en su mano. Era un encanto verlos y oírlos pasar; ponían una nota de alegría en el alma al tiempo que recordaban la época, ya lejana, en la que mis hijos hicieron la ofrenda de la varita de narrados a la Patrona de la Ciudad. Hay motivos de tristeza en la vida de cualquier persona y viene muy bien que sean aliviados por estas escenas encantadoras de amor a la Virgen. En estos tiempos son muchas les escenas que entristecen el corazón y que llenan el alma de serias preocupaciones, es muy necesario que podamos ver cómo se ofrecen unas ramitas de nardos como símbolo de amor a la Madre de Dios. ¿Cuando nos daremos cuenta los seres humanos de que el odio nos destroza, nos lleva a situaciones muy penosas y también conflictivas que, a veces se convierten en conflictos armados de mayor o menos envergadura. Nuestra actuación no resulta agradable, bajo ningún concepto, y es muy triste y doloroso contemplar - cuando no vivir - los días que vivimos en el mundo. Días de enfrentamientos.
¿Qué se les ofrece a los jóvenes, de ambos sexos, que hoy han ofrecido unas ramitas de nardos a la Virgen? A ellos y a todos los de sus edades en todas las partes de nuestro mundo ? s muy triste y doloroso lo que está ocurriendo y a ello ha de ponerse fiel simbolismo de las ramitas de nardos ha de calar hondo en lo corazones de toda la Humanidad y acabar con esta situación de grave presión en la que nos encontramos, tanto a nivel mundial como en el regional y en la propia Nación. Nos estamos preparando para unas importantes elecciones generales en nuestro País y debemos medir mucho y bien cuanto se dice y proyecta para el futuro.
Es necesario hacer un examen de conciencia serio y profundo, pues una elecciones como las previstas suponen la posibilidad de cambios muy profundos, no siempre apetecibles o necesarios. Ni es deseable, tampoco, buscar el cambio por el cambio. Han de existir razones poderosas para ello y seguridades absolutas que esos cambios son posibles y además capaces de dar los frutos necesarios. Cualquier otra idea entra en el campo de las especulaciones y hasta intereses personales, no ya económicos, sino de la satisfacción de haber logrado el Poder. Hay que pensar en las consecuencias, cada vez más complicadas y exigentes. Hay que pensar muy bien lo que se hace