Casi 70 animales, entre perros y gatos, viajarán al país galo en el primer viaje de este año que organiza la Protectora
Un total de 51 perros y 27 gatos están ya preparados para su nueva vida. Es el grupo de animales que este viernes viajará a Francia para vivir con sus nuevas familias. Aunque en su mayoría están adoptados, otros serán acogidos en alguna de las cuatro protectoras del país galo donde esperarán ser elegidos por alguien que le dé la oportunidad que no han tenido en nuestra ciudad.
Este es el primero de los tres viajes que la Protectora de Animales realizará este año con destino a Francia, un país donde el número de adopciones casi triplica a las que se llevan a cabo en Ceuta. “La mayoría de los gatos que se van son adultos porque aquí no los adoptan y algunos son abandonados. La gente quiere una cría, pero allí no les importa la edad. Aquí, la mayor parte de las devoluciones que se hacen son de cachorros que se han adoptado porque un animal pequeño es más travieso, hay que educarlo y no todo el mundo tiene la misma paciencia”, asegura la veterinaria de la Protectora de Animales, Ledicia Vázquez.
Junto a estos felinos, viajarán más de medio centenar de perros, algunos de ellos unos abuelitos que han recibido una segunda oportunidad después de ser abandonados por sus familias. Es el caso de Lucero, un perro de 13 años cuyo dueño falleció y su familia no quiso hacerse cargo de él. “Lo dejaron aquí y es muy difícil que los perros adultos salgan, pero en Francia lo aceptan y ahora va a disfrutar de lo que le quede de vida”.
Otros casos son los de un cocker de unos 13 años, también llamado Lucero o las hermanas de esta misma raza Nany y Bruni, cuya edad no ha sido impedimento para que en Francia les quieran ofrecer un hogar donde pasar sus últimos años de existencia.
Pero quizá el caso más dramático lo representan los siete galgos y bodegueros que fueron rescatados en la Península por los integrantes de la Protectora de Animales de Ceuta. Hasta allí se trasladaron para salvar de una muerte segura a estos ‘desechos’ de la caza que un día dejaron de ser útiles para sus propietarios y terminaron en vaguadas o escondidos rincones, abandonados, en el mejor de los casos, y prácticamente muertos tras el intento de sus dueños de acabar con sus vidas, en otros.
Su destino allí estaba marcado con el sacrificio. Ahora tendrán un nuevo hogar. Sin embargo, para algunos las huellas del maltrato aún son patentes. Si bien las heridas físicas han cicatrizado, no lo ha hecho (y tal vez tarde mucho en hacerlo) el sufrimiento interior. Mientras Ledicia acaricia a una de estas víctimas, el animal sólo es capaz de temblar totalmente paralizado por la presencia de una mano que seguramente sólo le recordará golpes y malos tratos. “Están muy asustados, tienen terror al ser humano, pero son muy nobles y jamás muerden. Se merecen otra vida”, apunta la veterinaria.
Y esa nueva vida la conocerán pronto. Desde el momento en que suban al camión que les llevará a Francia para conocer el amor que no les han dado en sus primeros años de existencia.
Desde la Protectora también quieren agradececer la colaboración de las casas de acogida que han adoptado temporalmente a estos animales hasta el momento del viaje y a todos aquellos voluntarios que han hecho posible que para estos 51 perros y 27 gatos aún quede esperanza.