Según la información oficial, los delincuentes se valían de documentación falsa que la misma organización obtenía en Marruecos, mediante la compra de documentos auténticos sustraídos a sus propietarios y luego modificados, o los falsificaba directamente. Para ello contaban con el apoyo de pequeños carteristas y otros delincuentes menores que actuaban en Marruecos y que luego vendían a la organización los documentos sustraídos, para ser usados, previas las modificaciones pertinentes, para el paso de los inmigrantes irregulares y el intento de introducción de sustancias estupefacientes en la península.
Algunos inmigrantes eran obligados a complementar el pago realizado a la organización por las gestiones para proveerlos de documentos falsos e introducirlos en la península con el transporte de estupefacientes. Este hecho llevó a los investigadores a ampliar sus pesquisas, no solo al tráfico de seres humanos, sino a los ambientes del tráfico de drogas, ya que la organización investigada cometía delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros (inmigración irregular) y contra la salud pública.
La investigación se inicia bajo el nombre de ‘Operación Aliel’ cuando el Grupo II de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) de la comisaría de Algeciras, tiene conocimiento a través de un colaborador de la existencia de una organización dedicada a introducir inmigrantes ilegalmente. A ese colaborador se le concedió la condición de testigo protegido.
Con la información aportada por este testigo protegido, se dirigen las pesquisas policiales a las localidades de Manilva y Algeciras, que era donde actuaba la organización. Tras cuatro meses de operativo por parte de los investigadores adscritos a la referida Unidad, se logra identificar a todos los miembros de la organización y descubrir el “modus operandi” utilizado.
Muy avanzada ya la investigación, el pasado día cinco de los corrientes se detecta una operación de venta de sustancias estupefacientes, por lo que se actúa contra los miembros de la organización, procediéndose a la detención de dos ciudadanos portugueses, a los que se les incautó ocho kilos de hachís en bellotas, tras salir de uno de los domicilios de la organización investigada, interviniéndoles sendos vehículos y dinero en efectivo, pasando ambos a disposición judicial y quedando posteriormente ingresados en prisión.
Posteriormente, se efectuó la entrada y registro en dos domicilios situados en la localidad de Manilva, donde aparecieron máquinas envasadoras y plastificadoras industriales utilizadas, supuestamente, para envolver las sustancias estupefacientes que posteriormente ponían a la venta; dos kilos de hachís en bellotas preparadas para su distribución; diez mil euros; balanzas de precisión; diez teléfonos móviles; y diversa documentación relacionada con la actividades ilícitas de la organización.
Se logró la detención del cabecilla de la organización: el ciudadano marroquí Y.A., de 29 años; acusado de delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros (favorecimiento de la inmigración clandestina), contra la salud pública, asociación ilícita y blanqueo de capitales, pasando a disposición del Juzgado de Instrucción número Uno de Algeciras, que es elque instruye la causa e ingresando posteriormente en la prisión de Botafuegos.
La operación policial continúa abierta, en colaboración con la Policía marroquí, para la total identificación y detención de los restantes integrantes de la red.
Aumento notable de los tráficos a pequeña escala
El tráfico de hachís en pequeñas cantidades está registrando, desde hace meses, un aumento importante. Eso hace que el volumen de detenciones tanto por Guardia Civil como por Policía Nacional se haya disparado, debido a que cada vez es mayor el número de personas que intentan llevar a cabo pases de hachís con un peso inferior a los dos kilos y medio para eludir la prisión, en el caso de carecer de antecedentes. El aumento de este tipo de delitos ha coincidido, además, con un menor número de agentes lo que hace que resulte imposible detener a todos los delincuentes que están llevando a cabo estos pases. En el caso de marras la organización mezclaba el delito de tráfico de personas con el de narcóticos.